La muerte del actor Kirk Douglas a sus 103 años no ha dejado a nadie indiferente. Cientos de famosos, directores y actores alrededor del mundo han reaccionado ante la noticia, rindiendo homenaje a una de las mayores leyendas que dejó Hollywood. Más allá de su exitosa carrera en el área dramática de Estados Unidos, Kirk deja una larga historia de amor de 66 años junto a su esposa Anne. Las cámaras ya no podrán captar las constantes muestras de cariño que ambos realizaban abiertamente frente al público y que enternecían a los fanáticos.
En una entrevista otorgada por el actor a la revista People en 2015, contó cómo inició su historia de amor y su secreto para mantenerse unidos las casi siete décadas de felicidad matrimonial: "Resolvemos nuestras diferencias con un beso", contó Kirk. La historia de ambos comenzó en París en 1953, cuando Kirk asistió a un set de grabación donde Anne era productora. En ese momento ambos estaban en un una relación sentimental con otras personas: el actor secretamente comprometido y ella casada con un belga.
"Esta belleza poseída por sí misma era muy diferente a las de otras mujeres con las que había estado en Hollywood, desde que Diana (su ex esposa) me dejó", señaló en su momento Kirk. A pesar de que Douglas se demoró un tiempo en terminar su compromiso con otra mujer, finalmente invitó a Anne a una cita y en 1954 se casaron en Las Vegas. La pareja tuvo dos hijos juntos -Eric y Peter- los cuales se unieron a los descendientes de Douglas de su matrimonio anterior con Diana: Joel y Michael.
Anne se hizo muy amiga de Diana durante los primeros años de matrimonio y solían salir a almorzar juntas. Incluso, cuando estaba con Kirk se refería a ella como "nuestra primera esposa". Según contó Anne, a su marido le encantaba sorprenderla con detalles especiales, y en uno de sus cumpleaños Douglas se escondió en una torta falsa y saltó en medio de un set de grabación para saludarla.
Sin embargo, no todo fue color de rosas para la pareja, ya que según reveló Anne en una de las memorias del matrimonio, en una época debió hacer vista gorda ante la confesión de infidelidad de su marido. "Kirk nunca trató de ocultarme sus amoríos. Como europea, entendí que no era realista esperar una completa fidelidad en un matrimonio", señaló la mujer nacida en Alemania. Pero hasta el último día de vida, Kirk nunca ocultó la gran admiración y amor que sentía por su esposa. En la entrega de su Oscar honorífico en 1996, el actor le dedicó el premio a Anne. "Veo a mis cuatro hijos. Están orgullosos de este hombre viejo y yo lo estoy también. Orgulloso de ser parte de Hollywood durante 50 años, pero esto es para mi esposa, Anne. Te amo", indicó en la ceremonia.