Hemos sido testigos de como el cambio climático asociado con fenómenos clásicos nos están acostumbrando a eventos desconocidos en nuestra historia.

Comenzamos a ver vientos de alta intensidad, tornados, marejadas más recurrentes, lluvias torrenciales en espacios
cortos de tiempo, nieve en donde nunca nevó, ríos secos que retoman su caudal luego de décadas, mayores temperaturas y largas sequias a lo largo de nuestro país. Este año, en la región metropolitana hemos tenido una cantidad sorprendente  de apagones que han afectado a una gran cantidad de hogares :

➢ Las lluvias del 7 de Mayo dejó a doscientos cincuenta mil hogares sin suministro eléctrico durante tres días. La Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) cursó una multa de cuatro mil millones anteayer a la empresa;
➢ El mismo mes, en el temporal del 21 de Mayo veintiún comunas de la región fueron afectadas por cortes masivos del suministro;
➢ Al siguiente mes, el 6 Junio, un corte afectó a cuatrocientos cincuenta mil hogares cuyo origen estuvo en la caída de un árbol de grandes dimensiones producto de los intensos vientos;
➢ Y este 2 de Agosto, luego del temporal de viento y lluvia, casi un millón de hogares fue afectado por los cortes que duraron desde cuarenta y ocho horas hasta cinco días, teniendo al día hoy cien mil hogares sin suministro.

Los anteriores casos demuestran un desempeño vergonzoso de las empresas eléctricas y en particular ENEL y dan cuenta de un mal funcionamiento del modelo de prestación del servicio eléctrico en la región. Esto es gravísimo, ya que implica mucho daño para las familias por perdidas de alimentos, por daño de artefactos eléctricos y por el lucro cesante, este último punto hoy es de gran impacto producto de la masividad del trabajo remoto. Impacta ver a la personas electro
dependientes que no tiene acceso a generadores.

Se han cursado multas que al parecer la empresas está dispuestas a asumir sin ir al tema de fondo que es diseñar e implementar servicios capaces de absorver el peak y una que se centre en la prevención con los otros actores y las personas.

Es un problema complejo que necesita urgente un rediseño con perspectiva de mediano y largo plazo. Hoy debemos exigir al regulador y a ENEL resolver los problemas urgentes que las familias están sufriendo, normalizar el servicio y resolver los daños. En el corto plazo, exigir a ambos un plan para que esto no vuelva a ocurrir, aplicar las multas y gestionar las compensaciones a los hogares afectados.

En el mediano/largo plazo, asignar mayores atribuciones al regulador para anticipar déficit estructurales de los proveedores de servicios, rediseñar un servicio considerando soterrar el tendido eléctrico y cancelar definitivamente la concesión de Enel. En esto último, todo el apoyo al diputado Alberto Undurraga por impulsar esta iniciativa y al gobierno por hacerla suya.