Oh I'm just counting

Manuel Neira, la ex estrella colocolina, que fabrica goleadores en la comuna de Lo Espejo

Alcalde Miguel Bruna Silva lo invitó a trabajar con los niños de la municipalidad, poniendo en práctica el programa “Quiero mi Barrio”, para trabajar con la semilla deportiva en las multicanchas construidas para proyectos prioritarios.
 
Prácticamente no necesita presentaciones, sobre todo para los aficionados al fútbol de nuestra comuna y más aún, para los niños que inician sus sueños de triunfo en la cancha con maestros como Manuel Neira, quien hasta hace poco y desde los años ‘90 rompió redes por Colo Colo, Unión Española, la “Roja” de Chile, y una decena de prestigiosos equipos extranjeros.
 
De su fecunda actividad como monitor deportivo en el municipio de Lo Espejo, el ilustre centrodelantero y goleador del Mundial Sub-17 de Japón ’93, recuerda que el alcalde Miguel Bruna Silva lo invitó a trabajar con los niños de la municipalidad, poniendo en práctica el programa “Quiero mi Barrio”, para trabajar con la semilla deportiva de nuestra comuna en las multicanchas que esta administración ha ido implementando entre sus proyectos prioritarios.
Manuel es originario de San Miguel, pero desde pequeño conoció y jugó Lo Espejo, donde tiene familiares. Los inicios de este señero astro del balompié nacional fueron en el club comunal Celtic.
 
Siempre ha trabajado con niños, fomentando las actividades blandas de los pequeños, y en Lo Espejo cuenta con muy buena materia prima. “De verdad que aquí hemos encontrado mucho talento y nos preocupamos de cultivarlo. De hecho, varios se han ido a probar a las infantiles de Colo Colo, de Unión Española y otros clubes. Hay talentos que trabajar para un buen futuro”.
 
“Tenemos 180 niños inscritos en nuestra escuela de fútbol, que es totalmente gratuita para sus apoderados. Y no solo nos preocupamos del concepto deportivo, porque los niños van con sus padres y ellos también participan de forma muy activa de lo que van aprendiendo sus hijos. Y eso es muy saludable, porque le sirve también a la familia”, recalca Manolo.
Uno de sus mejores amigos y guía en su exitosa carrera deportiva es Iván Zamorano, a quien conoció cuando el astro internacional jugaba en Cobresal, y vivía en Maipú. Son compadres, pues “Bam Bam” es padrino de Mateo, uno de los hijos de Manuel. Otro de los grandes guías que tuvo es Roberto Álamos, jefe del fútbol formativo de Unión Española, plantel donde este espejino de adopción tiene profundas raíces.
 
“Le doy gracias al fútbol, porque a esta actividad le debo mi formación integral como hombre y deportista. El fútbol es mi profesión y le debo mi educación, gracias a él sobrepasé las barreras de la vulnerabilidad a la que están expuestos tantos niños y jóvenes. El fútbol me mostró un horizonte distinto de vida, sobre todo a partir del Mundial Sub-17 que jugamos en Japón y donde me consagré como goleador”, relata con cierta emoción.
 
Manolo Neira, como lo nombran con cariño sus seguidores, está feliz de la actividad que desarrolla con tanto cariño en nuestra comuna. “Ahora yo traspaso mis vivencias a los niños, con la experiencia que tuve en mis primeros años, cuando pude cultivar mis talentos”, reafirma.
 
Y como de niños se trata, le preguntamos al crack por su hijo menor, Santiago Neira, quien ya tiene 5 años. Como todo padre se le ilumina el rostro y no oculta la saludable y lógica “chochera” paterna al contar y adelantar que “ya le pega fuerte con la zurda, igual al papá. Va a ser un crack de todas maneras, acuérdense de lo que les digo…”.