Por Teresa Frías
Jürgensen retomó su cuenta de Twitter tras su paso por el matinal “Bienvenidos” de Canal 13, además de conducir junto al abogado Daniel Stingo y la periodista Alejandra Valle el programa por streaming “El Matinal de los que Sobran”.
Desde el estallido social, el periodista Mauricio Jürgensen comenzó a tener un rol más político en el panel del matinal de Canal13, “Bienvenidos” donde muchos de sus dichos fueron bien recibidos, como también generaron polémica en un sector del país.
Sin embargo, y tras 16 meses en el canal, tomó la decisión de renunciar. El porqué, tal como lo explicó a Cambio21, “para ser bien franco, quiero dejar en claro que estuve 16 meses en el matinal de canal 13, siempre tuve libertad de opinar sobre lo que quería, tanto así que se me pudo ver opinando quizás de manera distinta a lo que se veía en el panel, ahora evidentemente después de lo que pasó, del 18 de octubre, sí sentí, que el marco de conversación me dejaba poco espacio a mi posición”.
¿Cuál es su opinión con respecto a los más de 50 días que llevamos de manifestaciones tras el estallido social?
Es un estallido tan predecible para los que tenían cierta sensibilidad social, como necesario, creo que es un movimiento que muchos apelábamos que se hiciera hace mucho tiempo porque veíamos con un poco de tristeza a un país anestesiado ante tanta injusticia.
Yo tengo esa sensación, no me quiero ubicar en adivinar lo que iba a pasar, yo creo que nadie puede Adivinar la intensidad de cómo pasó, pero tener un poco de sensibilidad social, con la calle, con el sentido común de la mayoría de la población, para decir que algo no estaba bien, que esto se iba a manifestar de una manera potente, y uno en ese sentido miraba hacia otros países que se manifestaban por lo injusto y daba algo de tristeza que Chile aguantaba tanto sin parecer tener la voluntad de enfrentarse a las injusticias.
Me emocionó desde un comienzo y hasta ahora lo que ha pasado, el hecho de celebrar lo que se está viviendo no quiere decir que hay que decaer en la violencia. Se ve un movimiento emocionante por el estallido que tuvo, con el origen del descontento, evidentemente no hay que avalar los excesos y esa diferencia hay que tenerla, pero insisto, tengo la sensación que si salimos bien de esto, saldremos convertidos en un mejor país.
La gente utilizó la consigna que no eran 30 pesos, sino que 30 años, e independiente que esto haya ocurrido en un gobierno de derecha ¿cómo ha visto usted el actuar del gobierno de Piñera?
Siento que ha reaccionado tarde y mal, también me pregunto si esto hubiese sido posible que pasara en un gobierno de Michelle Bachelet y esta duda es pensable, porque la consigna inicial de este movimiento era no son 30 pesos son 30 años, y eso es evidentemente, también deriva en una posibilidad evidente que pudo haber pasado en un gobierno de la concertación, o de la nueva mayoría, que de esos 30 eran 24, entonces claro una cuestión numérica que incluso evidentemente es una realidad compartida.
El origen del descontento adjudicárselo a Piñera no es justo, no es real, el descontento viene de hace mucho antes, un sistema que fue perpetuado y sostenido por las mismas fuerzas políticas que hoy no debieran haber avalado. Si creo que Sebastián Piñera es responsable de haber convertido esta crisis social en una crisis institucional, porque todo lo que ha pasado después y decisiones que tomó después a hecho que el tema se haya complejizado más, partiendo por el tema de los derechos humanos, que eso sí fue su responsabilidad, eso sí pudo haberlo administrado mejor, y creo que eso sí va a teñir no sólo su segundo gobierno, sino que probablemente va a teñir este gobierno y dejarlo entre los peores evaluados en la democracia, muy a pesar de sus decisiones personales, Piñera va a ser recordado como uno de los presidentes peores evaluados del país.
¿Qué opinión tiene usted con la aprobación de la acusación constitucional contra el ex ministro Andrés Chadwick?
Como primera cosa me parece increíble, me parece lamentable que el tema de los derechos humanos sea una idea que pareciera haber sido de apoyo transversal haya vuelto a generar un nivel de negacionismo en tantas voces, francamente desde una idea ideológica de derecha o izquierda no es verdad.
En algún momento el respeto a los derechos humanos en un momento estábamos todos de acuerdo y convencido, pero aparentemente no. A partir de esta crisis social, es una crisis que también se declaró una ola de la verdad, generalmente mostraron su verdadera cara, no puedo creer que voces por conveniencia política u otra cosa hayan optado por instalar ciertas dudas.
Poco después del estallido social fueron naciendo hechos que fueron condenados a nivel nacional y poco a poco a nivel internacional, y me parece inaudito que todavía no haya cambiado el actuar de carabineros, y creo que ahí se fundamenta una acusación contra Chadwick y me parece que la decisión me parece acertada, y cuando se decidió se pensó si esto es un triunfo voy a celebrar, pero yo creo que esto no es para celebrar, no es para descorchar una botella, que lo tengan que ubicar a uno en un banco en particular.
Lo que sí valoro es que lo que pasó en Chile, que es valioso como gesto que las futuras generaciones sepan que un momento que se volvieron a violar los derechos humanos en Chile sí hubo responsabilidad ética en quien tuvo que recaer, como Andrés Chadwick, por su puesto como ministro del Interior, no me quiero instalar en la lógica de celebrar, pero sí en un gesto a futuro deja muy claro que se quiebre a esa convicción a los derechos humanos.
El pasado domingo en la consulta a nivel municipal, una de las consultas era sobre el voto obligatorio ¿usted está a favor o en contra que vuelva a instalarse?
Estoy de acuerdo con el voto obligatorio, de hecho desde siempre lo he estado, me parece que hay una responsabilidad que hay que asumir. Además para que no pase y enfrentar el dilema de un Presidente con un 4,6% de apoyo debe estar la elección más legitimada, de una manera más contundente, más expresiva.
Yo me crie en una familia en que ir a votar era un acto republicano, en que iba con mi fallecido padre, mi fallecido abuelo, había una cosa más republicana, un deber de tomar una decisión grande que toma el país.
Me parece valioso lo que van a hacer a nivel municipal, creo que los alcaldes siempre tuvieron una sensibilidad de lo que pasaba, y cuando uno no entendía cierta distorsión de lo que pasaba en el mundo político con respecto a la realidad del país, era algo que no se veía en los alcaldes, los alcaldes si sabía de las penurias, de la desigualdad, de lo precaria de las condiciones que vivía la mayoría.
La plaza de la dignidad muchos dicen que esta horrible, pero bueno así se ve una plaza de sectores marginados del país, esa es nuestra realidad. Hemos visto postales, videos de un clasismo avalado, aún tengo la imagen del portal La Dehesa, haciéndoles ver su condición social, su color de pelo.
Usted ha planteado su posición con respecto a la crisis social y por ende ha recibido apoyo como criticas ¿cómo ha enfrentado ese proceso?
De algún modo, hay gente que te apoya y otra que no, es como el ánimo que estamos viviendo, donde se ve una lucha de clase, donde no hay ningún lugar de matices, o eres facho o eres comunacho, donde eres de derecha o de izquierda, es algo del momento, porque tengo la sensación que se puede ser mejor que eso, como enfrentar un dilema de conversación, el que está más allá de lo político.
En particular comencé a trabajar en un matinal y comencé a hablar de política, donde me atreví a hablar de ciertas cosas. Yo nunca milite en algún partido, y tampoco tengo convicción de uno, no estoy con un punteo de temas para hacer un trasbordo en particular, lo mío es opinar desde el sentido común, en que mucha gente entiende. Tengo sentido común que deje aflorar en un matinal, y que generó mucha opinión de la gente, tuve que convivir con eso, y no una crítica razonable.
Actualmente trabaja en el programa de streaming “El matinal de los que sobran” ¿siente que en este programa tiene más libertad de opinión?
Para ser bien franco, quiero dejar en claro que estuve 16 meses en el matinal de Canal 13, siempre tuve libertad de opinar sobre lo que quería, tanto así que se me pudo ver opinando quizás de manera distinta a lo que se veía en el panel, ahora evidentemente después de lo que pasó, del 18 de octubre, sí sentí, que el marco de conversación me dejaba poco espacio a mi posición. Nunca nadie me dijo lo que podía o no decir, pero sentí que la conversación se ponía compleja, también tuve conflicto con los invitados, con los tonos, con los enfoques, y me pareció conmigo mismo partir.
Esa es una decisión que tomé, en no estar en un lugar que no era valioso, sentí que era más justo conmigo, aparte que el hecho de salir me dio más posibilidades, quizás no tanto monetario pero donde me siento más cómodo, y así ha sido el matinal de los que sobra, el que comenzó como piloto y que de a poco va tomando fuerza, y forma, tenemos buena onda entre los chiquillos, evidentemente lo pensamos en que somos 3 personas que piensan de la misma forma quizás sería más rico el dialogo si traen un panelista más, y quizás ahí se puede generar una conversación más generalizada. Pero en realidad en otros paneles ya existe eso.
“Chile no ha cambiado tanto”
¿Usted cree que la televisión después del estallido cambió sobre todo porque se extinguen programas de farándula como Intrusos?
Tendría cuidado con decretar el cambio, porque lo que yo veo que los programas han tenido que reaccionar de manera ante la urgencia, y eso ha tenido que ver con acomodos de temas con abandono de otros.
Chile no ha cambiado todavía, Chile despertó y está atento a los cambios que sugeridos, y que las propuestas se cumplan, con la tele pasa lo mismo, chile no ha cambiado tanto.
Una persona negacionista en un canal siento que no es pluralismo lo que busca, yo creo que ahí se busca otra cosa, rating o algo más, entonces la farándula está afuera, pero el adn de la farándula es buscarla en otros ámbitos como buscar impacto en la audiencia.
¿Cuál es su visión con respecto a las manifestaciones, cree que con los meses seguirán o finalmente irán decayendo?
Las manifestaciones una vez más hay que separarlas, las que son pacíficas o no violentas, la gente se está manifestando, las mujeres han ocupado los últimos días bastante espacio, con una causa que es muy transversal, que no se soluciona con un bono, como es la causa feminista. En ese sentido quedan muchas cosas por avanzar todavía.
Los últimos días se ha decretado una urgencia de retornar a la normalidad pero que puede ser un poco peligrosa, porque si la normalidad sería volver a lo mismo yo estoy convencido que la gente no quiere esa normalidad. Hay cansancio, hay miedo, hay desconcierto, siento que también hay una gran mayoría que se siente un poco cercada, amenazada por los extremos de izquierda y derecha, que no buscan dialogar, buscan imponer su manera, que van revelando unos temas sobre otros.
Si hace 60 días atrás hubiéramos hablado de esto, que iban a presentar una acusación contra Chadwick, o sobre el estallido social, me hubieran dicho que estaba loco, pero se está hablando, y no hay que dejar que se deje hacer. Chile no ha cambiado todavía, Chile despertó, y que se cumplan las propuestas, no se trata de dejar en el olvido, y que se nos olvide rápido lo que pasó.