Uno de los momentos más comentados de Viña 2018 fue cuando Miguel Bosé recibió el premio "Ícono del Festival". El cuadro, entregado por la alcaldesa Virginia Reginato, recibió duras críticas en redes sociales por su aspecto, el cual no habría estado a la altura del homenaje. Según informa La Tercera, el español habría dejado el regalo en Chile y este aún se mantendría en Viña del Mar.
De acuerdo al matutino, la situación se habría producido por cosas de logística: Bosé debía seguir viajando por el país y significaba un riesgo para el reconocimiento su traslado. El "collage" pesa alrededor de tres kilos, fue fabricado con maderas nobles de raulí, letras de bronce y oro, y cristales Swarovski.
Sin embargo, la organización del certamen musical se comprometió con el intérprete de "Amandate Bandido" y le hará llegar su premio a sus casas en España o Panamá.
Cercanos a la situación aclaran que el artista no rechazó el artefacto debido a su aspecto estético, sino que todo se debió a temas de planificación y estrategia.
Luego de su paso por Santiago (donde se presentó el pasado jueves en el Movistar Arena), Bosé tomó un avión privado y se trasladó a otro punto del país por razones personales y que aún se desconocen.