Cerca de 130.000 personas asistieron a la marcha por el Orgullo LGBTIpor calles de Santiago, efectuada este sábado 22 de junio, según las estimaciones de los organizadores.
La marcha, convocada por la Fundación Iguales y el Movilh, se efectúa en varios puntos del país de forma paralela en conmemoración del Día del Orgullo que se celebra desde hace 50 años a nivel mundial.
Largas columnas humanas tomaron la avenida Alameda entre bailes, música y la colorida bandera del movimiento gay en la tradicional marcha que desde hace 19 años convoca el Movimiento de Integración de Liberación Homosexual (Movilh).
La manifestación se efectuó en completa normalidad en su recorrido desde Plaza Italia por la calzada sur de la Alameda.
La intención de la movilización es llamar al fin de la violencia contra las personas LGBTI, reformar la ley anti discriminación y apoyar el matrimonio igualitario, entre otros puntos.
“No hay orgullo, movilízate”, decía uno de los carteles en protesta por la falta de implementación del matrimonio igualitario mediante una ley que duerme en el Congreso, y la adopción homoparental.
“Es urgente que el Senado ponga en tabla el proyecto de ley de matrimonio igualitario. Las familias de Chile no pueden seguir esperando”, declaró Juan Enroque Pi, presidente de la Fundación iguales, en un comunicado del Movilh.
“La desigualdad legal afecta principalmente a las familias homparentales. La clase política ha sido indiferente frente a esta realidad”, manifestó por su parte, Daniel Andrade, vocero del Movilh.
En tanto, la violencia en contra de la comunidad homosexual en Chile creció en 2018 un 44% en relación al año anterior, mientras que se han contabilizado 44 muertes desde el 2002.
La ley antidiscriminación, oLey Zamudio, impone procedimientos penales y sanciones en contra de quienes discriminen o atenten a personas por su condición sexual, pero la comunidad LGBTI manifiesta que es insuficiente.
“Exigimos una institucionalidad antidiscriminatoria y una reforma a la Ley Zamudio, en tanto esta ley de nada ha servido desde el punto de vista punitivo y no indemniza a las víctimas”, reclamó Rolando Jiménez, dirigente del Movilh.