El documentalista Morgan Spurlock, un nominado al Oscar que hizo de la dieta estadounidenses el trabajo de su vida, alimentándose sólo en McDonald’s durante un mes para ilustrar los peligros de la comida rápida, falleció. Tenía 53 años.
Spurlock murió el jueves en Nueva York por complicaciones de cáncer, según un comunicado emitido el viernes por su familia.
“Morgan dio mucho a través de su arte, ideas y generosidad. El mundo ha perdido a un verdadero genio creativo y a un hombre especial. Estoy muy orgulloso de haber trabajado junto a él”, dijo su hermano Craig Spurlock, quien trabajó con él en varios proyectos
Spurlock causó sensación en 2004 con su innovador documental “Super Size Me”, nominado a un Premio de la Academia. La película narra los efectos físicos y psicológicos perjudiciales de que Spurlock se alimentara sólo comida de McDonald’s durante 30 días. Subió alrededor de 25 libras (11 kilos), aumentó su colesterol y perdió su deseo sexual.
“Todo es más grande en Estados Unidos”, dijo en la película. “Tenemos los autos más grandes, las casas más grandes, las empresas más grandes, la comida más grande y, finalmente, la gente más grande”.
En una escena, Spurlock mostraba a niños una foto de George Washington y ninguno reconoció al Padre Fundador de la Patria. Pero todos conocían a las mascotas de Wendy’s y McDonald’s.
Volvió en 2019 con “Super Size Me 2: Holy Chicken!”, una mirada sobria a una industria que procesa 9.000 millones de animales al año en Estados Unidos. El filme se centraba en dos cuestiones: los criadores de pollos atrapados en el sistema financiero y el intento de las cadenas de comida rápida de engañar a los clientes para que piensen que están comiendo más sano.
“Estamos en un momento increíble de la historia desde el punto de vista del consumidor, en el que los consumidores están empezando a tener cada vez más poder”, dijo a The Associated Press en 2019. “No se trata de ganancias para los accionistas. Se trata de ganancias para los consumidores”.
Spurlock era un cineasta excéntrico que se inclinaba hacia lo bizarro y ridículo. Sus toques estilísticos incluían gráficos enérgicos y música divertida, mezclando un estilo de narración frente a la cámara similar al de Michael Moore, pero con su propio sentido del humor y patetismo.
“Quería poder apoyarme en los momentos serios. Quería ser capaz de respirar en los momentos de ligereza. Queremos darles permiso para reír en los sitios donde es realmente difícil reír”, dijo a la AP.
Desde que expuso las industrias de la comida rápida y el pollo, hubo una explosión en los restaurantes que enfatizaban la frescura, los métodos artesanales, la bondad de la granja a la mesa y los ingredientes de origen ético. Pero nutricionalmente no ha cambiado mucho.
“Ha habido un cambio masivo y la gente me dice: ‘Entonces, ¿la comida se ha vuelto más saludable?’ Y yo digo: ‘Bueno, el marketing sí que lo ha hecho’”, dijo a la AP en 2019.
No toda su obra tenía que ver con la comida. Spurlock hizo documentales sobre la banda de chicos One Direction y los geeks (súperentusiastas) y fans en la Comic-Con. Una de sus películas se centró en la vida en la cárcel del condado de Henrico, en Virginia.