A los 78 años y tras convertirse en un duro crítico de Donald Trump en los últimos años, murió en su residencia de Los Angeles el controvertido magnate Larry Flynt, conocido popularmente en Estados Unidos como “el rey del porno” y una verdadera leyenda de la industria del sexo en su país. Su vida fue llevada a Hollywood. El deceso del conocido empresario fue confirmado por su familia.
Flynt había nacido en Kentucky en 1942, en una familia trabajadora y humilde. Ya a los 22 años tuvo su primer acercamiento con una industria que le abriría las puertas del éxito cuando en 1964 fundó su primer club de “streaptease”.
Este fue solo el comienzo de una vida controvertida en la que se granjeó innumerables enemigos y lo llevó a convertirse en una figura mediática. Ese local pronto se multiplicó por todo el país hasta que diez años después, en 1974, tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: fundó la revista Hustler, una publicación que transformó la industria de la pornografía para siempre.
La revista saltó a la fama en 1975 cuando publicó unas fotografías de Jacqueline Kennedy Onassis bañándose desnuda en Grecia. Las imágenes, tomadas por un paparazzi, habían sido rechazadas por la competencia ya que se trataba nada menos que la viuda del asesinado presidente John F. Kennedy.
Trasgresor y polémico
A diferencia de otras revistas de la competencia, Hustler apostó por mostrar la pornografía de una manera cruda y explícita para atraer a la clase trabajadora. Pronto alcanzó una tirada de dos millones de ejemplares.
”Me di cuenta de que si nos volvíamos más explícitos, podríamos obtener una gran parte de este mercado. Sentí que el sexo crudo era lo que querían los hombres. Y tenía razón”, explicó una vez en una entrevista con el Washington Post.
Pero Flynt dio un paso más allá del porno tradicional. Llegó a publicar imágenes sádicas, mutilaciones y hasta de violaciones grupales. Una de las fotos más emblemáticas de la revista fue la de una mujer en una picadora de carne. La instantánea causó una fuerte polémica incluso más allá de Estados Unidos.
Flynt dijo que ese montaje era una crítica implícita a la industria del porno. Sin embargo, sus argumentos y su defensa de la Primera Enmienda de la Constitución sobre la libertad de expresión no lograron impedir una andanada de denuncias y juicios por obscenidad. El empresario incluso fue condenado a prisión por desacato.
Desde ese momento, Flynt se convirtió en uno de los personajes más controvertidos de su país. Su vida tumultuosa tuvo hasta un intento de asesinato cuando fue acribillado a la salida de uno de los tantos juicios que debió afrontar.
Las balas lo dejaron en una silla de ruedas por el resto de su vida. A partir de allí se dedicó a la producción y distribución de películas pornográficas, abrió casinos y hasta se postuló a la gobernación de California en 2003.
Su irreverencia llevó a Hollywood a filmar una película sobre su vida, “The People vs. Larry Flynt”, de 1996, protagonizada por Woody Harrelson en el papel del conocido empresario, con el que ganó una nominación al Óscar.