Según las últimas estimaciones de los organismos internacionales, el 32,8% de las mujeres chilenas mayores de 18 años sufre de obesidad.
No siempre ser "gordita" es sinonimo de "sabrosa": Mujeres chilenas lideran índice de obesidad en Sudamérica
Por Teresa Frías K.
El concepto de belleza femenina ha evolucionado mucho desde los inicios del siglo XX. Los cánones de los que antes se hacían eco pinturas y esculturas, fueron remplazados por carteles publicitarios, fotografías, estrellas de cine, de televisión y modelos que fueron cambiando el ideal de mujer.
Y si bien hoy reinan los cuerpos delgados, lo cierto es que las mujeres de tallas grandes una vez más están volviendo a ser las protagonistas.
Aunque todo exceso es malo, dicen por ahí. De hecho, el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2017, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), reveló que el 30% de la población adulta en Chile sufre de obesidad, una de las tasas más altas de la región.
El estudio internacional detalla que los niveles de obesidad en mujeres chilenas mayores de 18 años alcanzan el 32,8%, siendo el primer país de Sudamérica.
Para el caso de los hombres chilenos, las cifras de obesidad ascienden a un 24,8% de la población, después de Argentina con una tasa de obesidad del 26,7%.
En cuanto a los niveles de sobrepeso y obesidad en adultos mayores 18 años, el 64,7% de los hombres chilenos vive con sobrepeso y en el caso de las mujeres esta condición alcanza el 63,1%.
“El sobrepeso y la obesidad representan un desequilibrio entre la ingesta de alimentos y el gasto energético, con una acumulación de grasa corporal que representa un riesgo para la salud”, indicó Eve Crowley, representante de la FAO en Chile.
“Las causas de este fenómeno en la región son múltiples, y entre ellas se encuentra el cambio en los patrones alimentarios, con un aumento de la disponibilidad de productos ultraprocesados con altos contenidos de azúcar, grasa y sal y una disminución de las preparaciones culinarias tradicionales, preparadas con alimentos frescos y saludables”, aseguró la autoridad de FAO.
Por su parte, la Directora de la OPS, Carissa Etienne, señaló que “si bien la desnutrición aún persiste en la región, especialmente en poblaciones vulnerables, ahora van acompañados del sobrepeso y la obesidad que afectan más que nada a las mujeres, pero también a los niños”.
Según Crowley, las consecuencias que acarrean el sobrepeso y la obesidad son graves, e incluyen la mayor probabilidad de desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT), como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y cáncer, las que se encuentran entre las diez principales causas de muerte en la región.
El estudio señala que Chile está dentro de los países donde el costo de calorías de comida chatarra (golosinas y bebidas azucaradas) es menor al costo de calorías de alimentos saludables como verduras. Al analizar el costo calórico promedio de los distintos grupos alimentarios en ochos países de la región, se observa que el azúcar, la mantequilla y los aceites son los grupos con menor costo calórico, con valores inferiores a los USD 0,05. Las verduras tienen el mayor costo calórico, con un promedio de USD 0,80.
La doble carga de la malnutrición
En Chile la prevalencia de subalimentación es decir, proporción de la población que no cumple con los requerimientos energéticos diarios mínimos para llevar una vida saludable y activa, alcanza un 3,7%, equivalente a 700 mil personas.
Además, Chile es el país de la región con menor prevalencia de desnutrición crónica en menores de 5 años de la región con 1,8%.
"La región enfrenta una doble carga de malnutrición, para combatirla es necesario asegurar el acceso a una alimentación balanceada y abordar los principales factores sociales que determinan la malnutrición, por ejemplo la falta de acceso a alimentos saludables a agua y saneamiento, a servicios de educación y salud, y a programas de protección social, entre otros”, indicó Etienne.
La peor situación en términos de prevalencia de subalimentación la presenta Haití, donde casi el 47% de la población, es decir 5 millones de personas, sufre hambre. Este número representa casi dos tercios de toda la subalimentación en los países del Caribe.
Para hacer frente a esta situación, la FAO y la OPS llaman a los países a transformar sus sistemas alimentarios para detener el avance del hambre y la malnutrición, prestando especial atención a la condición de las personas, hogares y territorios más vulnerables.