El enviado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, David Boyd, hizo una dramática descripción del complejo industrial Ventanas, donde se emplazan más de 15 instalaciones entre refinerías de petróleo, petroquímicos, plantas operadas a carbón, terminales de gas y fundiciones de cobre.
“Olí los vapores tóxicos de la industria en Ventanas y los sentí en mi garganta. Escuché el testimonio de las madres, con lágrimas en sus ojos, quienes temían enviar a sus hijos al colegio”, sostuvo Boyd en la presentación a la prensa de un informe sobre su visita de 10 días que concluyó este viernes.
En el polo industrial, ubicado en las localidades de Quintero y Puchuncaví, las personas “padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares”, y se registran “niveles elevados de mortalidad infantil, niveles inaceptables de riesgo de padecer cáncer en los niños y una menor expectativa de vida”, detalló Boyd.
El representante de la ONU denunció también la escasez de agua que sufren muchos residentes de zonas rurales y la grave contaminación atmosférica que afecta a la Región Metropolitana.
“Mis conversaciones con más de 100 personas con inquietudes de todas las regiones de Chile y de todos los sectores de la sociedad revelaron flagrantes violaciones cometidas durante años a su derecho a vivir en un ambiente limpio, saludable y sostenible. En muchos casos, estas violaciones han perdurado por décadas”, indicó Boyd.
Además de Quintero-Puchuncaví, la organización identificó otras cuatro zonas con altos niveles de contaminación ambiental en el país: Tocopilla, Mejillones y Huasco, en el norte, y Coronel, en el sur.
Según el reporte de la ONU, “Chile enfrenta una serie de crisis ambientales atemorizantes e interconectadas”, que están vulnerando los derechos de millones personas.
“Estas crisis, que han estado en curso durante muchos años, incluyen: zonas afectadas profundamente donde las comunidades marginadas y vulnerables sufren la exposición a sustancias tóxicas y la degradación del medio ambiente, la escasez de agua y la contaminación atmosférica mortal”, sentenció Boyd.
El enviado especial de Naciones Unidas señaló que el país también está sufriendo grandes problemas debido a la crisis climática mundial, como sequías, desertificación, incendios forestales devastadores, olas de calor mortales, aumento del nivel del mar, erosión costera y fenómenos meteorológicos extremos.
“Chile debe responder a la crisis medioambiental implementando acciones urgentes para asegurar el acceso universal a agua limpia, aire limpio y ambientes no tóxicos para todos”, afirmó.