Un aumento en la presencia de delincuentes virtuales y de descargas de pornografía infantil durante la cuarentena ha registrado la Policía de Investigaciones (PDI).
“Hemos visto un aumento en el flujo de este material y eso va de la mano con los horarios. Antiguamente, el tráfico de pornografía infantil se daba habitualmente en la noche, que era cuando los agresores estaban en la casa. Ahora se ve en todo horario”, explicó Cristian González, subjefe de la Brigada del Cibercrimen.
Asimismo, destacó que en muchas ocasiones quienes descargan este material que involucra a menores de edad “tienen familia, hijos y un mundo escondido que empezaba cuando todos estaban durmiendo. Hay agresores sexuales más avezados que viven solos y tienen gran cantidad de tecnologías, pantallas, y cada vez acumulan más archivos”.
Desde la institución detallaron además que las denuncias por “grooming” han disminuido en un 20%. Este es un método en el que adultos se hacen pasar por menores de edad para engañar a sus víctimas, las que corresponden a niños o adolescentes, a quienes -tras conseguir su confianza- les solicitan imágenes de connotación sexual.
El comisario González reveló que los primeros meses de 2019 se registraron 123 casos de grooming, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra alcanza los 99.
“Hay que mirarlo con mucha cautela. No quiere decir que el delito no está ocurriendo, sino que puede haber una cifra negra (…). Estamos preocupados de que, cuando pase el periodo de pandemia y se vuelva a una cierta normalidad, se revelen muchos casos de este tipo de abuso y otras agresiones sexuales”, agregó respecto a esta cifra.
Respecto al perfil de quienes estarían detrás de este tipo de delitos, González indicó que “no hay uno determinado. Implica toda razón social y económica. Hemos detenido a personas con título universitario, posgrado, autodidactas y de diferentes zonas geográficas (…) antes se veía un agresor de entre 30 y 45 años, soltero. Pero ahora ha bajado mucho la edad. Hay aprehendidos de hasta 18 años”.
Finalmente, también se alertó respecto a los juegos en línea, los que han permitido que menores de edad entablen conversaciones con depredadores sexuales.
“Quizás desde esa plataforma no van a pedir fotos, pero sí se genera la confianza para entregar un número de teléfono. Luego los contactan por Whatsapp y ahí comienza la otra etapa del ‘grooming’ que es la seducción”, concluyó el comisario de la PDI.