Oh I'm just counting

Proceso Educativo en tiempos de emergencia. Por Paulina Zuñiga J.Licenciada en educación y Magister en Gestión

En los diferentes hogares a lo largo de nuestro país, transversalmente las familias chilenas están
viviendo un stress adicional producto de las exigencias emanadas del proceso de adaptación del
sistema educativo, cuya invitación es mantener la normalidad entre ejercicios y libros, hoy en
nuestros entornos conocidos y amigas comentan que se les solicita incluso deben enviar fotos de
sus hijos realizando “la actividad”.

Cabe señalar que, desde la educación inicial siempre se ha llamado a que el desarrollo del
aprendizaje sea significativo, es decir, que entre otras cosas promueve una participación activa, la
autoestima positiva dentro de una mediación eficiente, desarrollar una capacidad de asombro
hacia los conocimientos nuevos, que luego se transformaran en significados, para la incorporación
de nuevos elementos.

Los aprendizajes no son aislados, ni tampoco se dan en ambientes tensionados que no dan paso al
análisis, a la reflexión e interpretación del entorno que estamos viviendo, entonces toma mayor
relevancia la generación de espacios afectivos seguros, por ejemplo, sentarnos juntos a ver una
película y luego analizarla, preguntándonos ¿Qué otro final crearías? ¿Podríamos incorporar un
nuevo personaje? ¿Cómo sería este?; leer un cuento, modelar en arcilla, entre otras. Estos son
tiempos limitados, pero espacios de profunda conexión, son más significativos que rellenar
páginas y páginas de actividades que sin duda podrá resolver en otro momento.

Los niños y niñas saben que no están en una condición de “normalidad”, creer lo contrario es
simplemente desconocer las capacidades de ellos y ellas. Las madres y padres que hoy están en
sus casas y deben administrar el trabajo, las tareas domésticas y las actividades de los niños y
niñas, los invito a priorizar, en la primera infancia la seguridad afectiva lo que sin duda dará paso al
desarrollo a de una alta valorización de sí mismo, construyendo la confianza que son elementos
base desde donde se afirman los aprendizajes.

La educación busca que los niños y niñas sientan atracción por el “aprender” cultivar la su
curiosidad, la capacidad de asombro, que los llevara por el camino de la creatividad, la capacidad
de escucha. Los estudios de estos últimos años nos dicen que no existe aprendizaje sin emoción,
este activismo nos puede llevar al efecto contrario, los invito a re valorar este tiempo desde otra
mirada, siempre nos falta tiempo, hoy tenemos y es uno muy diferente.

Nuestra mayor contribución a este tiempo debe ser ¿Qué está pensando un niño o una niña hoy?
en estos días de pandemia, en los que nos llaman a la normalidad.