Por María Kovacz

El mundo de la moda fomenta la imagen de la delgadez extrema con las modelos que contrata, aunque este no sea, evidentemente, un modelo saludable ni real.

En el año 2006, la pasarela Madrid Fashion Week decidió establecer un índice de masa corporal (IMC) mínimo para las modelos que allí desfilaran. Este índice de masa corporal (IMC) era el de 18, es decir, el valor mínimo establecido por la Organización Mundial de la Salud para encontrarse dentro del peso normal.

No es que creamos que no deba haber tallas pequeñas, lo que defendemos es que todas las mujeres puedan encontrar su talla sin dificultad y no ser estigmatizadas por el hecho de tener curvas.

Eso mismo pensaron los gigantes del lujo LVMH y Kering, propietarios de marcas como Saint Laurent, Gucci, Dior y Vuitton, quienes después de largos años de polémicas y controvertidos anuncios, lanzaron un código ético en el que se comprometen a no trabajar con modelos extremadamente delgadas ni que sean menores de 16 años.

Este compromiso sin precedentes fue adoptado conjuntamente por los dos grandes grupos franceses del lujo, en la víspera de la Fashion Week de Nueva York que comienza este jueves. Según señalaron, la medida se aplicará en el mundo entero, ya sea en desfiles o en sesiones de fotos para publicidad de las marcas de los dos grupos.

“Si uno ve una prenda, quiere que le quede similar”

Para el reconocido productor de eventos Willy Geisse “creo que cualquier acto de discriminación, ya sea para gente gorda o gente más flaca, no puede ser. Lo importante es que todos tenemos cuerpos normales, y que tenemos que buscar nivelar eso. Cuando ponen gente demasiada anoréxica en una pasarela es ridículo, porque la gente que compra no tiene esas tallas, entonces hay una distorsión de lo que la gente ve”.

“Es importante que tengan gente común y corriente, que uno se pueda ver reflejado en lo que están mostrando, usar algo que ves y que te quede similar, no comprarlo y que no te quede para nada, eso es espantoso”, puntualizó.

Además, dijo a Cambio21 que “todo parte aceptándose uno, estando feliz con uno mismo, ahora si hay marcas que pueden reflejar eso es fantástico, porque cuando van a los extremos, son como caricaturas el que sea muy flaca, o muy musculosos los que venden los productos. No corresponden al cuerpo común y corriente”.

Para terminar, dijo que “en Chile no se nota tanto, hay de todo. Acá no es tan estricto, salvo los diseñadores de alta costura que prefieren mujeres altas y más delgadas para que sus diseños se vean de mejor forma, pero comercialmente es ridículo, porque el cuerpo de las chilenas es  ser bajas y rellenitas”.

Por su parte, la modelo María Laura Donoso, expuso que “me gusta cuando las pasarelas y comerciales están incluyendo personas absolutamente normales, si tú te fijas ya no está la típica modelo de ojitos claros, de brazos y piernas largas. El que te muestre ropa con talla 34, siendo que lo normal de las chilenas es 42”.

La además también productora, dijo a Cambio21 que “se van a los extremos, si no son anoréxicas son grandotas, y no muestran esa talla que la mayoría de las mujeres somos”, agregando que “el que sean marcas internacionales las que hayan hecho este cambio, me parece que es una gran tarea que ellos tenían pendiente”.

“Hoy en día las marcas cambiaron, y buscan las chicas normales, que no exageren sus rasgos, ya sean muy flacas o muy grandes. El término medio, y normal, ese es el que somos todas”, puntualizó.