Oh I'm just counting

Sexo virtual, ¿una buena opción para revivir la pasión con su pareja?

Las expresiones sexuales a través de las redes sociales cada vez cobran más fuerza debido al auge de las nuevas tecnologías.

Por Gabriela Bustamante

Miguel lleva catorce años de relación con su pareja y siete de matrimonio. Debido a su trabajo debe viajar constantemente y no puede pasar el tiempo que quisiera con su esposa. Por eso, hace más de cuatro años juntos encontraron la manera de acortar distancias y mantener vivo el deseo sexual: los mensajes ‘hot’, a través de las redes sociales.

Con este ejemplo el portal colombiano El País escudriña el tema del sexo virtual.

“Nos mandamos fotos y videos 'calientes' para demostrarnos que el deseo sigue vivo e incluso cuando estoy en un hotel me conecto desde mi portátil para poder hablar y verla por webcam”, cuenta Miguel.

Casos como este, en el que la virtualidad se impone como forma de compartir, son muy comunes hoy día, cambiando la manera de comunicarse y de experimentar las relaciones románticas y revolucionando por completo la forma de vivir la sexualidad.

“Tenemos que reconocer que las tecnologías tienen mucha influencia en la manera de socializar y que existe una nueva generación que ha crecido con el uso de las Tics, que no son buenas ni malas, sino más bien que sus resultados dependen del tipo de manejo que se les dé”, asegura Linda Teresa Orcasita, psicóloga, magister en familia e investigadora en sexualidad, docente de la Universidad Javeriana Cali, de Colombia.

Son las conversaciones a través de emoticones, palabras abreviadas, fotos, vídeos en vivo, chats y todas las demás interacciones que surgen en línea las que le permiten a las parejas tener múltiples intercambios virtuales, que además se revisan una y otra vez durante semanas o meses, porque hay quienes los archivan, manteniendo vivo el fuego de la pasión.

No en vano, cada vez son más las relaciones románticas que inician a través de Twitter, Facebook y WhatsApp o de algunas aplicaciones, en las que se pueden conseguir citas, aunque esta forma de interacción es muy criticada por las antiguas generaciones, que opinan que hace que se pierda el romanticismo y que suponen riesgos contra la intimidad.

Al respecto, el psicólogo Roger Collazos Montoya, quien confirma que la manera de comunicarse de las parejas se ha transformado con la tecnología, explica que “antes todo era más clásico y estaba basado en detalles físicos, como una carta o una tarjeta. Pero ahora la virtualidad representa la realidad tangible e incluso, la ha remplazado. Ya hay cosas que la gente prefiere decir o vivir por las redes sociales”.

A su vez, el profesional aclara que en las conversaciones por chat se imagina la emoción, el acento y la intención del otro, lo cual anima algunas fantasías de parte y parte.

Una especie de terapia

Enviar mensajes explícitos, con promesas de lo que la pareja va a hacer en la noche, fotos o vídeos sensuales, pueden ser una excelente alternativa para mejorar la vida sexual, pues aumentan la libido.

Según Linda Teresa Orcasita, “hay que reconocer que la sexualidad en pareja tiene otro componente importante, además del afectivo: el erótico. Y este tiene que ver con el placer y la expresión de los cinco sentidos en su máximo potencial, los cuales pueden activarse de muchas formas. Así, se puede generar placer sexual a través de algo que se vea o escuche, por eso, el cibersexo supera lo virtual y genera un nivel alto de erotismo”.

De hecho, para el psicólogo Roger Collazos, una persona puede tener placer sin tener contacto físico, porque este no es la base de lo sexual, sino las fantasías. “Por eso, alguien puede sentir más placer con una pareja que le gusta y le envía fotos, al que tendría con otra que no le gusta, pero que está de manera presencial”, anota el profesional.

Otro punto a favor del cibersexo es que ayuda a las personas que son muy tímidas o introvertidas, pues a través de él pueden ser mucho más espontáneas. También hay personas que tienen fantasías sexuales o un vocabulario sexual, que no son capaces de expresar durante el contacto físico, pero sí a través del lenguaje virtual.

La otra cara de la moneda

Lo que también es cierto es que al no haber contacto físico en el cibersexo, puede ocurrir que se genere distanciamiento y que en ese encuentro virtual solo se priorice lo erótico y no lo afectivo. Ambos elementos en pareja son importantes y algunas veces en el sexo virtual se puede ir perdiendo uno de ellos, porque se materializa más esa expresión de la sexualidad desde la virtualización, pero en el momento del contacto físico en muchas ocasiones la persona va perdiendo la capacidad de expresión que tiene por la otra vía. Pero esto va a depender mucho de las necesidades y perspectivas de cada pareja”, argumenta Orcasita.

Según los especialistas hablar del cibersexo es como hablar de una actividad cualquiera, pues hay personas a las que sencillamente les gusta esta forma de interacción. “El problema está en que se le haga daño al otro o en que lo virtual suplante lo real, porque entonces la relación se vuelve muy imaginaria; no se sabe bien quién es la pareja o cuál es su esencia. Es por eso que la virtualidad excesiva provoca vínculos frágiles”, precisa Collazos.

Orcasita advierte que hay casos en los que las personas pueden generar una obsesión a partir de sus necesidades personales y carencias afectivas a través del cibersexo.; Incluso, se sabe que más del 50% de personas con adicción a Internet tiene adicción al sexo virtual. Por ello, los profesionales advierten que se deben tener ciertas precauciones.

Por ejemplo, quien envíe alguna foto sexy o permita que lo graben en la intimidad debe tener la confianza suficiente en la otra persona para dejar que tenga en su poder este tipo de contenidos y debe tener claro el vínculo que marca ese encuentro sexual virtual. Esto debido a que las relaciones de pareja pueden terminar y lamentablemente una forma de venganza usada actualmente es compartir vídeos o fotografías íntimas de la expareja en las redes.

“Lo importante en el cibersexo es sentirse en libertad de practicarlo, porque realmente se desea, que sea algo negociado con anterioridad y que la persona no se sienta presionada a enviar una foto o a dejarse grabar”, concluye Orcasita.