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Emocionante recuerdo a los que sufrieron en el Estadio Nacional hace 50 años: Antorcha apareció de escotilla 8, memorial que recuerda a miles que sufrieron torturas y murieron alli

El fuego panamericano comenzó a flamear en el pebetero del Estadio Nacional de Chile luego de una emotiva entrada a través de la emblemática escotilla 8, lugar de memoria que recuerda a los miles de ciudadanos que sufrieron torturas y murieron en su interior, tras el golpe de estado civíco-militar del general Augusto Pinochet contra el gobierno democrático del socialista Salvador Allende, hace 50 años.

A las 22.32 hora local, el estadio se fundió en negro y el fuego encendido hace un mes en la Pirámide del Sol en Teotihuacán, México, ingresó en el coliseo de la mano de la nadadora chilena Kristel Köbrich por la llamada escotilla 8 e iluminó la frase “Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, en medio de una emoción contenida.

El recorrido del fuego panamericano

La escotilla 8, que se diferencia del resto del estadio porque no se ha reformado y permanece como estaba hace medio siglo, era el lugar por donde entraban los detenidos por la dictadura en el interior del Estadio Nacional, coliseo que durante dos meses fue la mayor cárcel del país.

La antorcha entró de la mano de Kristel Köbrich, abanderada de Chile, que se la entregó al exfutbolista del Real Madrid, Iván Zamorano, quien tras recorrer unos metros con ella se la entregó a Alfonso de Iruarrizaga, medalla de plata de tiro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.

El legendario Iruarrizaga portó la llama y la pasó a las manos de los extenistas Nicolás Massud y Fernando González, quienes en un emocionante momento se la dieron a Lucy López Cruz, medallista de plata de salto alto en Argentina 1951, la primera edición de los juegos, que con 93 años encendió el fuego panamericano.