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Alcohol, sexo, farándula y chimuchina: decadencia y ordinariez extrema tras la eliminación de Chile del Mundial

Aunque nos duela, en noviembre hay doble jornada FIFA y es menester haber contratado a un nuevo entrenador. Las penas del fútbol se pasan con fútbol y a la fuerza hay que renovar el plantel, ojalá con un DT como la gente o que, al menos, haga la parada. Por Guillermo Arellano

Si la selección chilena hubiera clasificado al Mundial de Rusia 2018, o al menos disputara el repechaje (para lo cual bastaba perder 1-0 ante Brasil), hoy estaríamos hablando de fútbol y de cómo ganarle después a Argentina, Italia, España, Alemania y a los pentacampeones del orbe.
 
Pero no. “La Roja” fue eliminada de la cita planetaria del próximo año y toda la basura que estaba escondida debajo de la alfombra ahora salió a la luz. Y peor aún, actores que nada tienen que ver con este deporte ganan un protagonismo mediático que da vergüenza ajena.
 
Como primera cosa, resulta grotesco que un sector de la prensa hoy hable pestes de Arturo Vidal y resalte sus problemas con el trago a partir del reclamo que efectuó la esposa del arquero nacional Claudio Bravo, lo que sirvió para desviar la atención respecto del gol que se comió el portero en el 1-0 ante los verdeamarillos en Sao Paulo.
 
Lo llamativo es que los mismos periodistas deportivos que hoy pontifican celebraban y gritaban campeón tras la Copa América 2015, y con Vidal en cancha a pesar de que casi se mató en el accidente que protagonizó a bordo de su Ferrari y bajo la influencia del alcohol. Ahí no dijeron nada. Se subieron al carro de la victoria (raro recuerdo de Luis Santibáñez).
 
 
¡Cómo es posible que las cónyuges y las suegras de los jugadores sean la noticia y no ellos mismos! ¡Cómo es posible que las grandes discusiones que estelarizan los comentaristas de los programas de TV se basen en que esté bien o esté mal que las señoras de los seleccionados digan o tal cosa!
 
Se entiende que las áreas deportivas de los distintos canales de televisión y los principales espacios radiales pierdan dinero, auspicios y rating por culpa de la ausencia de Chile en Rusia. Pero eso no justifica hacer leña del árbol caído y poco menos que tratar de la peor calaña a la “generación dorada” que tantas alegrías le dio a un pueblo que estaba tan acostumbrado a perder.
 
La crítica futbolística corresponde de todas formas tras perder 9 de los últimos 12 puntos en disputa luego de la gran performance en la Copa Confederaciones, lo que nos dejó fuera de carrera.
 
Acá falló el DT que se va, Juan Antonio Pizzi, las figuras que no estuvieron a la altura en los momentos claves, todas, el presidente de la ANFP Arturo Salah que se mostró tibio y sin liderazgo durante todo el proceso, los hinchas por su mala conducta y frialdad en los partidos de local y los citados rostros de la prensa, que no conformes con aportar poco y nada en cuanto a análisis y orientación, ahora se dedican al cagüín y a la copucha barata y ordinaria.
 
Entonces, como el nivel es cada vez más bajo y vulgar, pasa que Anita Alvarado, la denominada “geisha chilena”, cuenta sus experiencias sexuales con Johnny Herrera (portero suplente), y los medios le dan tribuna. O más asqueroso aún, que una transexual narra sus vivencias en la cama con seleccionados chilenos, y los medios le dan tribuna.
 
¿Qué queda por escuchar, ver o leer? Mejor ni saber. Eduardo Bonvallet, que lleva dos años fallecido, anticipó que el “equipo de todos” podía quedar eliminado a causa de la falta de disciplina que reina en las concentraciones, sobre todo desde las llegadas de Claudio Borghi y Jorge Sampaoli.
 
 
Por lo mismo, no tiene ningún valor que se ventilen conversaciones viejas en las que Sampaoli, clasificado con Argentina de forma sospechosa en el último partido ante Ecuador en Quito, haya advertido que el licor era un impedimento para el éxito de Chile. ¿Por qué no lo dijo antes y renunció como medida de presión? Ah, verdad, la ética, los secretos de camarín y su profunda amistad con Sergio Jadue se lo impidieron (dime con quién andas y te diré quién eres).
 
¿Existe algo más patético que echar de menos a Sampaoli o esperar que a la selección albiceleste le vaya bien por su sola presencia en el equipo trasandino? En realidad, lo hay. Nada menos que Marcelo Vega, exvolante nacional que se caracterizó por liderar actos de indiscplina, poco profesionalismo y escaso rendimiento en casi todos los equipos donde militó después de su paso por Colo-Colo y la U. Española, cuestione lo que pasó con la adulta y la Sub-17 que quedó recientemente eliminada del Mundial de India. Eso se llama ser patudo y cara dura.
 
En fin, aunque nos duela, en noviembre hay doble jornada FIFA y es menester haber contratado a un nuevo entrenador. Las penas del fútbol se pasan con fútbol y a la fuerza hay que renovar el plantel, ojalá con un DT como la gente o que, al menos, haga la parada.
 
Solo jugando al fútbol y hablando de fútbol el flaiterío farandulero volverá a los cuarteles de inverno. No como ahora que estamos en el lodo y enmarañados en la porquería.