Fue un récord mundial para un partido en el fútbol femenino a nivel de clubes: una multitud de 60.739  personas asistió a ver al Atlético de Madrid enfrentarse a Barcelona en la capital de España.

El encuentro se jugó en el Wanda Metropolitano, donde suele jugar el equipo masculino del Atlético de Madrid, en lugar del estadio local femenino, mucho más pequeño, que tiene una capacidad de 3.500.

La asistencia rompió el récord europeo anterior de 48.121 que vieron al equipo femenino del Athletic de Bilbao jugar contra el Atlético, en un partido de la Copa del Rey, en Bilbao en enero.

“Las jugadoras son la razón de todo el éxito”, dijo el entrenador del Atlético José Luis Sánchez Vera a El País antes del partido.

“Ellas son las que se han conectado con los aficionados y ellas son las que van a llenar este estadio”. “El partido será una fiesta para todos ellos y para aquellos que no conocen a nuestras jugadoras, creo que van a estar enganchados”.

Amanda Sampedro, capitana del Atlético de Madrid, agregó: “Estaba segura de que los aficionados responderían de esta manera, son así, nos lo han demostrado durante mucho tiempo y es para esas personas que dejaremos todo en el campo”.

Sin embargo, el Barça ganó 2-0 para cerrar la brecha a tres puntos en la cima, ya que Asisat Oshoala anotó el primero para su quinto gol en cinco partidos, y la internacional inglesa Toni Duggan salió del banco para agregar el segundo del partido.

El récord para cualquier partido femenino se estableció en la final de la Copa del Mundo de 1999 cuando 90.185 personas vieron a Estados Unidos vencer a China 5-4 en tanda de penales en el Rose Bowl.

Otra gran multitud de 80.203 espectadores vio a Estados Unidos derrotar a Japón 2-1 para ganar el oro en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres.