La Conmebol eligió al estadio Santiago Bernbéu de Madrid como el escenario en que se disputará la final de vuelta de la Copa Libertadores, entre River Plate y Boca Juniors. El partido no se jugó en Buenos Aires, después de las agresiones que recibió el bus xeneize en la ruta al estadio Monumental de Núñez.

La decisión de que el encuentro se juegue en España obedece a que la FIFA le sugirió tal medida a la entidad que rige al fútbol sudamericano. El escenario madrileño ofrece todas las condiciones para albergar el encuentro, que se jugará el 9 de diciembre, a las 16.30 horas de Chile (20.30 horas en el país ibérico).


La medida se adopta después de que la Unidad Disciplinaria de la Conmebol no atendiera la petición de Boca en relación a que el partido no se jugara y se le diera como campeón a través de la vía administrativa. A primera hora, el timonel xeneize Daniel Angelici había advertido de esa posibilidad a la escuadra que dirige Guillermo Barros Schelotto, a la que le pidió estar preparada para enfrentar el compromiso.

En rueda de prensa en Asunción, el dirigente Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, explicó que la capital española ofrecía seguridad, como uno de los países más seguros del mundo, y gran conectividad para la logística de ambos elencos.

Además, indicó que España tiene una de las comunidades de argentinos más grandes del mundo, por lo que las condiciones son las adecuadas para recibir dicho compromiso.

"Este es el deporte rey. Quienes conocemos esto y sabemos que solo es ganar o perder y no matar o morir estamos dando un paso hacia delante. Quiero empezar agradeciendo al presidente de España, Pedro Sánchez, a Infantino, Scheferin, y mi amigo Florentino Pérez (presidente de Real Madrid)", declaró Domínguez.

Del mismo modo, Domínguez remarcó que fue idea propia jugar en España. "Tengo una gran amistad con Florentino Pérez. Lo llamé, le pregunté si era viable esta idea y en dos minutos me dijo que era posible", reveló el timonel de Conmebol.

Anticipando críticas, señaló que "la copa no perderá su esencia por jugarse en España" y que "este partido tendrá fanáticos de River y de Boca, y gente como yo, que es hincha de otro equipo, como debía ser".

Finalmente, Domínguez reveló que sabía que el partido no se iba a disputar el domingo pasado tras lo ocurrido el sábado, pero que no podía tomar decisiones sin documentos oficiales.