Las principales bolsas europeas sufrían fuertes bajas este martes siguiendo la estela de Wall Street y las plazas asiáticas que se derrumbaron después de meses de euforia alcista.
Al comenzar las operaciones la Bolsa de Londres cayó 3,5%, París 3,43%, Fráncfort 3,58%, Madrid 3,3% y Amsterdam 3,6%.
“Europa está frente a una ola roja tras la sangría en los mercados estadounidenses” y esto menos de dos semanas después de que Wall Street “alcanzara un pico histórico”, señaló Jasper Lawler, analista de London Capital Group.
La pregunta que todo el mundo se planteaba el martes en Europa es si la baja sólo comienza o si se trata de algo temporal.
Según los expertos de Mirabaud Securities Genève, “la sesión de hoy (martes) será muy importante quizás la más importante desde que comenzó el año, ya que pondrá a prueba los nervios de los inversores y confirmará (o no) si entramos” en una fase de baja prolongada del mercado.
“¿Hasta dónde llegará la baja?”, se preguntan los analistas de Aurel BGC que estiman que “la baja podría durar un poco” esta semana aunque consideren no obstante que “la liquidez es abundante y que los inversores deberían considerar que esta baja es más sana que dañina”, al allanar el camino a una estabilización.
“Evidentemente si nuevas señales tienden a confirmar que la inflación realmente se acelera en Estados Unidos, la volatilidad podría seguir siendo más fuerte”, añaden.
El temor por la inflación encendió la mecha en los mercados a pesar de que el año 2018 comenzara bien en las bolsas mundiales, especialmente en Wall Street que encadenó los récords durante semanas.
El viernes la publicación del informe mensual sobre el empleo en Estados Unidos cambió repentinamente la situación.
El documento, que contiene una buena noticia para la economía estadounidense con el aumento significativo de los salarios en enero, tuvo un efecto devastador en los mercados al despertar el temor a un crecimiento de la inflación y, por lo tanto, un aumento de los tipos de interés más rápido de lo previsto en el país norteamericano.
A raíz de la publicación de ese informe, el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se disparó y Wall Street se desplomó.
El lunes, las pérdidas aumentaron y el índice Dow Jones cedió cerca de 1.600 puntos, antes de recuperarse parcialmente y cerrar con una caída del 4,60%.
Las principales bolsas asiáticas cayeron el martes, siguiendo los pasos de Wall Street. En Tokio, el índice Nikkei 225 de los principales valores cedió 4,73%, un hecho inédito desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que provocó breves sobresaltos en los mercados. Hong Kong perdió más de 5%.
“Los inversores están convencidos de que regresa la inflación y que los tipos de interés subirán más de lo que se había anticipado”, explicó Stephen Innes, responsable de las transacciones Asia-Pacífico en Oanda.
En el mercado de obligaciones, el rendimiento a 10 años de los bonos estadounidenses alcanzaban 2,758% contra 2,706% el lunes al cierre.
El mercado europeo cumplía el martes el papel de refugio. Las tasas a 10 años del Bund alemán, referencia en el mercado, retrocedía a 0,699%, contra 0,736% la víspera.
El yen y el oro, refugio en periodo de incertidumbre, se valorizaban.
Luego de la fiebre que se apoderó de los mercados las últimas semanas, “esta repentina caída es un shock”, comentó a la Agence France-Presse Toshihiko Matsuno, de SMBC Nikko Securities.
El bitcoin, otro activo arriesgado del que se alejan los inversores, seguía cayendo tras semanas de fuertes retrocesos. Este martes, la moneda virtual cotizó brevemente por debajo de los 6.000 dólares cuando en diciembre alcanzó los 20.000 dólares. Hacia las 08H30 GMT cotizaba en 6.137 dólares.
A pesar de estas caídas impresionantes, los observadores se mostraban serenos. “Creemos que es una corrección sana y al mismo tiempo efímera”, señaló Peter Garnry, analista de Saxo Bank.