Este domingo, cerca de 33,1 millones de argentinos participarán en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO), donde se definirá a los candidatos que competirán en octubre en los comicios donde se definirá a los nuevos miembros del Parlamento trasandino.

La elección toma más notoriedad considerando los últimos hechos ocurridos esta semana y la participación de la exPresidenta Cristina Fernández, que concita amor y odio en el país vecino.

Se trata de la cuarta primaria en la historia de Argentina, en los cuales se podrá elegir entre una o más listas presentadas por cada partido o alianza electoral con sus precandidatos para renovar un tercio (24) de los puestos del Senado y 127 de la Cámara de Diputados, que son aproximadamente la mitad.

De esta forma, una agrupación política podrá presentarse en las elecciones nacionales si obtiene al menos el 1,5 % de los votos válidos en el distrito y la categoría del cargo en la que pretende competir.

Las primarias son obligatorias para todos los partidos o alianzas electorales que pretendan competir en las elecciones de octubre, aún cuando presenten una única lista de precandidatos que, de hecho, es la opción que prima en la mayoría de los frentes electorales.

Además, son abiertas ya que los ciudadanos votarán independientemente de si son o no afiliados a un partido. Son de carácter simultáneo, ya que se celebran en un mismo día, en todo el país, y será el voto de todos los ciudadanos el que definirá todas las candidaturas a nivel nacional.

Dado que es posible cortar las papeletas, los votantes pueden elegir a una agrupación política diferente por cada categoría de cargo a cubrir.

En la práctica, son muy pocas las fuerzas que presentan más de una lista, por lo que, en realidad, no hay verdaderas elecciones internas, pero los resultados sirven para sondear qué grado de apoyo popular tienen los diversos frentes, tanto a nivel nacional como en cada provincia.