Japón anunció este miércoles su retirada de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), tal y como advirtió en septiembre que haría, con el objetivo de “reanudar la caza comercial el próximo julio”, según un portavoz del gobierno.
La decisión podría costarle al país una oleada de críticas internacionales por parte de gobiernos y organizaciones de defensa de los animales.
El archipiélago se une así a Islandia y Noruega, que practican abiertamente la caza con fines comerciales.
Sin embargo, Japón se abstendría de cazar “en aguas de la Antártida o en el hemisferio sur”, precisó el representante del ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa. La caza estará “limitada a las aguas territoriales y a la zona económica exclusiva” de Japón.
Japón amenazó con abandonar la CBI el pasado septiembre, cuando la comisión se opuso a su petición de reanudar la caza comercial.