Cuando faltan apenas 10 días para las elecciones presidenciales en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro hizo una dura advertencia sobre la posibilidad de un “baño de sangre” si los partidarios oficialistas no garantizan la victoria en los comicios del 28 de julio.
“El destino de Venezuela, en el siglo XXI, depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo el mandatario durante un acto público en una zona popular del oeste de Caracas.
Maduro aseguró que solamente ese resultado garantizará “paz” en el país.
“Mientras más contundente sea la victoria, más garantías de paz vamos a tener. Mientras más contundente sean los votos, más garantías de futuro le vamos a garantizar a estas niñas, a estos niños”, dijo.
Maduro dijo en el mismo discurso cómo se imagina la noche del 28 de julio, cuando vaticina “resultados irreversibles” a su favor.
Maduro es uno de los 10 candidatos presidenciales que participarán de estos comicios. Su principal contrincante es Edmundo González Urrutia, que representa a la oposición mayoritaria, luego de que María Corina Machado quedara inhabilitada como candidata. González lidera las encuestas de intención de votos.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) convocó el 20 de junio a que los 10 candidatos presidenciales firmaran un acuerdo para aceptar los resultados de las elecciones del 28 de julio, un encuentro al que acudieron ocho aspirantes, entre ellos, Maduro. Edmundo González y Enrique Márquez se negaron a participar, considerando que el respeto al resultado ya está contenido en la Constitución y las leyes.
La estrategia del miedo
Consultados por CNN, analistas coincidieron en que detrás del discurso de Maduro hay una estrategia que busca amedrentar a la oposición y al electorado ante la posibilidad de un resultado adverso para el oficialismo en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
“Es parte de la estrategia de tratar de generar temor en el electorado por si existe alguna duda sobre votar por la oposición o de ir a votar”, dijo a CNN Eugenio Martínez, analista y director de Votoscopio. Sin embargo, consideró que, si bien “esta estrategia generalmente ha sido efectiva en el pasado”, la situación pareciera ser diferente en estas elecciones.
“Lo que se está viendo en esta campaña es que está generando el efecto contrario, el de incentivar aún más los movimientos sociales o la intención de voto en contra del chavismo o el madurismo”, aseguró Martínez.
Andrei Serbin Pont, analista internacional y presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), también señaló que el objetivo de los dichos de Maduro es generar temor. “El efecto que busca Maduro es crear miedo a la población ante una pérdida electoral para él, pero también sentar las bases, asumiendo de que va a existir algún tipo de inestabilidad, para asegurarse de que él lo ha dejado previamente anunciado”, indicó Serbin Pont a CNN.
¿Qué haría la oposición si Maduro aplaza o cancela las elecciones?
Para los analistas, esta estrategia se vio reforzada ante datos que indicarían la posibilidad de una derrota de Maduro por parte de la oposición mayoritaria, representada por Edmundo González Urrutia.
“Lo que está muy claro es que el gobierno sabe, porque lee los mismos números que leemos nosotros, que tiene la elección perdida”, dijo a CNN Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).