Las mujeres estadounidenses no ganan tanto como los hombres, un fenómeno persistente que no puede explicarse por las disparidades en la educación, las oportunidades o la crianza de los hijos.
Pero un creciente conjunto de investigaciones apunta a una nueva y convincente causa: las mujeres ganan menos debido al acoso sexual que enfrentan en el trabajo.
La brecha salarial de género se ha mantenido por debajo del 80% durante casi dos décadas. La mayor parte de la discrepancia se debe a que los hombres trabajan en empleos mejor remunerados y en campos más lucrativos, y la mayoría de las políticas para remediar esta situación se han centrado en incentivar a las mujeres a perseguir esas mismas oportunidades mejor remuneradas.
Estos meses de revelaciones sobre acoso sexual y abuso a mujeres en todas las industrias arrojaron nueva luz sobre por qué las mujeres no se "inclinan" hacia empleos mejor remunerados con más frecuencia.
Ya sea que estén ganando más porque están en áreas más lucrativas o porque tienen puestos más altos, los puestos de trabajo de alta remuneración también suelen presentar mayores riesgos de acoso sexual, según Joni Hersch, economista de la Universidad de Vanderbilt.
Además, las mujeres que sufren acoso sexual en el trabajo tienen seis veces y media más probabilidades de abandonar sus trabajos en comparación con las mujeres que no lo sufren, según investigaciones realizadas por Amy Blackstone, Christopher Uggen y Heather McLaughlin.