La ola de frío que arrasa a Estados Unidos en los últimos días y bate récords históricos sigue avanzando y ha cobrado la vida de al menos 11 personas en las últimas 24 horas, según informaron medios locales este miércoles.
Entre los fallecidos como consecuencia de la situación extrema, cinco murieron en el estado de Wisconsin, cuatro en Texas, uno en Dakota del Norte y otro en Misuri.
Lagos, orillas de ríos y piscinas congeladas son algunas de las escenas que está dejando la ola de frío y que en los dos últimos días del 2017 ya había cobrado tres vidas.
"La masa de aire ártico continuará fuerte sobre los dos tercios orientales del país hasta el final de la semana", afirmó a través de Twitter el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en sus siglas en inglés) lo que incidió en que se registrarán "temperaturas muy frías y vientos helados peligrosos" en esta zona.
Estas condiciones climáticas, según informó el servicio, pueden dejar este miércoles precipitaciones en forma de nieve y hielo en la costa atlántica, especialmente en Florida y Carolina del Norte.
El servicio metereológico señaló que durante este miércoles la costa este de sur a norte, desde la Florida hasta Maine, vivirán fuertes nevadas y heladas llamando a sus habitantes a evitar viajes por carretera porque se prevén "considerables problemas para el desplazamiento".
En el estado de Georgia, el gobernador, Nathan Deal, declaró el estado de emergencia para 28 condados debido a las frías corrientes, tal y como informó en su cuenta de la red social Twitter.
Trump declara estado de desastre en California por incendios
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este miércoles estado de desastre en California con motivo del incendio "Thomas", que arde en el sur del estado desde hace casi un mes y que se ha convertido en el más grande registrado en la historia de esa región.
Según un informe publicado por el Departamento Forestal y de Protección Contra Incendios de California, "Thomas" ha arrasado más de 113.967 hectáreas, dejando 44 fallecidos y cerca de 8.900 edificios destruidos, según el recuento final de las autoridades californianas.
Ante la gravedad de los incendios, avivados por los vientos de Santa Ana, el presidente ya había declarado el estado de emergencia a comienzos del mes pasado, con el objetivo de prestar asistencia a las autoridades estatales y locales.