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Elecciones en Estados Unidos :China se defiende de las acusaciones de intervencionismo hechas por Trump

El Gobierno chino se defendió hoy asegurando que no interfiere en los asuntos internos de los otros países, tras ser acusado ayer por el Presidente estadounidense, Donald Trump, de supuesto intervencionismo en las elecciones estadounidenses y anunciar aranceles diseñados para perjudicar a sus votantes.

"Cualquiera que tenga algún conocimiento de diplomacia sabrá que nosotros no interferiremos en los asuntos nacionales de otros países", aseguró el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, al ser consultado en un punto de prensa acerca de las acusaciones.

En pleno aumento de las tensiones por la guerra comercial, Trump criticó ayer a China por presuntamente diseñar sus aranceles para que afectaran a los productos que vienen de los Estados que votaron mayoritariamente por el candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2016, con el supuesto objetivo de perjudicar a los parlamentarios republicanos.

"China ha afirmado de manera abierta que está tratando activamente de impactar y cambiar nuestra elección atacando a nuestros granjeros, rancheros y trabajadores industriales por su lealtad hacia mí", escribió Trump a través de su cuenta de Twitter.

Sobre esto, Geng de forma acotada contestó que, al igual que Beijing no quiere que otros países interfieran en sus asuntos nacionales, tampoco lo hace con los de otros. Las palabras de Trump se produjeron minutos antes de que China anunciara aranceles a productos de origen estadounidense por valor de 60.000 millones de dólares, en contraposición a los impuestos del 10% que Washington aplicará a las importaciones chinas por 200.000 millones de dólares a partir del 24 de septiembre.

Los aranceles chinos han tenido en la mira la carne de cerdo y de pollo, la soja, el sorgo y los lácteos estadounidenses, y sus centros de producción se concentran mayoritariamente en los Estados del centro y Medio Oeste del país que son tradicionalmente republicanos. Las elecciones legislativas estadounidenses del próximo 6 de noviembre renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes, así como un tercio del Senado y, según las encuestas, el partido del Presidente podría perder el control en una de ellas.