Oh I'm just counting

España gira a la derecha en comicios municipales y autonómicos. Partido hermano del Frente Amplio chileno, el Podemos, casi desaparece y pasa a la irrelevancia, según TVE

El Partido Socialista (PSOE) del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, sufrió un duro revés en las elecciones municipales y autonómicas de este domingo en España, con el derechista Partido Popular (PP) retomando el poder en la mayoría y los más importantes gobiernos locales del país, según los resultados oficiales.

El PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, que había hecho de estas elecciones un plebiscito sobre Pedro Sánchez, logró uno de sus principales objetivos y se convirtió en el partido más votado en las municipales.

Con casi un 99% de las boletas escrutadas, el PP obtuvo un poco más de 7 millones de votos (31,5%) frente a los 6,2 millones (28,1%) de los socialistas de Pedro Sánchez, según datos oficiales publicados.

La derecha arrebata a la izquierda varias regiones

Además, el PP tenía casi asegurada la conquista de los gobiernos de varias regiones hasta ahora lideradas por los socialistas, como Valencia, la cuarta región del país por población, según la televisión pública TVE.

"Estamos en una marea de la derecha en España", admitió en rueda de prensa Miguel Ángel Revilla, el presidente regional de Cantabria, donde también se habría impuesto la derecha, según varios medios.

"No es lo que esperábamos tras estas semanas de campaña electoral y evidentemente tenemos que hacer también una reflexión de cara a los próximos meses", admitió la portavoz del Partido Socialista, Pilar Alegría.

En otra dolorosa derrota, los socialistas perderían la alcaldía de Sevilla, la mayor ciudad de Andalucía (sur) y uno de sus baluartes, en beneficio del PP, según TVE.

Socialistas fracasan también en Barcelona y Madrid

Los socialistas también fracasaron en su intento de recuperar el ayuntamiento de Barcelona, la gran metrópolis de Cataluña, que ocupó desde 1979 hasta 2011.

El PP dejaba también bajo control absoluto la comunidad de Madrid, donde la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, del ala dura del partido, avanzaba a conquistar una mayoría absoluta en el parlamento regional.

En esta jornada sin mayores incidentes, los españoles estaban convocados para renovar todos los municipios del país y doce de las diecisiete comunidades autónomas (regiones).

Bajo la lluvia en varias zonas del país, la participación en las municipales fue finalmente del 63,89%, inferior a la de los pasados comicios de 2019 (65,19%).

Si bien el nombre de Pedro Sánchez no estaba en ninguna papeleta, ni el de Alberto Núñez Feijóo, lo que estaba en juego era muy importante para el futuro de ambos políticos.

Podemos, partido hermano del Frente Amplio chileno pasa a la irrelevancia

Según la TV española, el partido Podemos que lideró Pablo Iglesias, un político muy seguido y escuchado por el Frente Amplio chileno y amigo del Presidente Boric, pasa a la irrelevancia.

Ni los sondeos más pesimistas podían augurar el balance de daños de la formación, que ha pasado de gobernar en seis territorios a aspirar a mantenerse sólo en Navarra. La organización había centrado toda su estrategia en sobrevivir en Madrid y en la Comunidad Valenciana, pero ninguno de esos objetivos se ha visto cumplido. No han logrado representación en ninguna de las dos plazas, como tampoco lo han hecho en Canarias, donde gobernaban en coalición.

El partido no logra representación en cinco de los doce territorios que se midieron este domingo en las urnas, y cae en todas las plazas salvo en Extremadura, La Rioja, Murcia y Navarra.

Además, pierde más de dos tercios de sus representantes, pasando de un total de 47 diputados autonómicos a los 14 con los que amanecen este lunes. Un "resultado muy malo" para Izquierda Unida que la cúpula de Podemos rehuyó valorar en la noche electoral, delegando la comparecencia pública a la dirección autonómica madrileña, que dio cuenta de su fracaso.

Datos extraoficiales señalan que el Podemos habría obtenido cerca del 3 por ciento de los votos, después que gobernaron en coalición con el Partido Socialista español, PSOE, donde Pablo Iglesias llegó a ser vicepresidente y ministro del Gobierno de Pedro Sánchez.