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Evo Morales, el conciliador, invitó a Sebastián Piñera a "cerrar las heridas abiertas hace más de 100 años"

El presidente de Bolivia, Evo Morales, invitó a su homólogo de Chile, Sebastián Piñera, a "cerrar las heridas abiertas hace más de cien años" por la demanda boliviana de una salida al mar, a la vez que pidió "serenidad" al pueblo chileno ante el fallo de la corte de La Haya sobre esta solicitud.

"Al hermano presidente de Chile, Sebastián Piñera, le invito a que juntos encontremos fórmulas de entendimiento para cerrar las heridas abiertas hace más cien años", aseveró Morales en una comparecencia ante los medios en La Paz.

Este entendimiento debe basarse en el cumplimiento del derecho internacional y en los valores de "justicia, dignidad y buena fe", subrayó el mandatario.

Asimismo, pidió al pueblo boliviano, "por respeto" a la corte, "a no especular sobre el contenido del fallo".

Morales expresó su confianza en que la sentencia "será un nuevo día histórico", porque el encuentro con el mar "no solo es posible, sino que es inevitable".

Además, expresó su deseo de que el fallo "ayude a resolver otras disputas históricas que no tienen otro camino que el diálogo y la negociación".

Evo Morales recordó que Bolivia presentó ante este tribunal un pedido en 2013 para que obligue a Chile a negociar sobre un acceso soberano al océano Pacífico, al entender que este país incumplió sus "compromisos y obligaciones" internacionales en la materia.

Recalcó que la demanda ante Chile es "una política de Estado" y reiteró su confianza en que el fallo abra "una nueva era de paz, integración y amistad entre Bolivia y Chile".

"Reparemos esta herida abierta en el corazón de nuestra América", sentenció.

En este contexto, aseguró que "naciones hermanas, líderes mundiales, premios nobel y un sinfín de personalidades han apoyado" la causa boliviana, incluso dentro de Chile.

La semana pasada el presidente chileno defendió que los temas fronterizos con Bolivia fueron resueltos "de forma clara y categórica" en el tratado de 1904, firmado 25 años después de aquella guerra por ambos países de forma "voluntaria y libremente, y que está plenamente vigente".

Chile sostiene que los asuntos fronterizos con su vecino quedaron resueltos en el tratado de paz y amistad de 1904, por lo que a su juicio la demanda boliviana no tiene fundamento jurídico porque por parte chilena nunca se ha asumido una obligación de negociar.