El líder independentista Carles Puigdemont llegó este lunes a Copenhague en su primer viaje fuera de Bélgica, arriesgándose a ser arrestado, justo el día en que el presidente del parlamento regional anuncia si lo propone para presidir de nuevo Cataluña.
En exilio voluntario en Bélgica desde el 30 de octubre, Puigdemont tomó un avión este lunes a la capital de Dinamarca. En su cuenta de Twitter anunció su llegada para participar en un coloquio sobre Cataluña y Europa.
La fiscalía española solicitó inmediatamente que se envíe a las autoridades danesas una orden europea de detención.
Sin embargo, es el juez del Tribunal Supremo que instruye la investigación por rebelión y sedición contra Puigdemont y el núcleo duro del independentismo quien deberá decidir si sigue estas instrucciones.
Mientras, en Barcelona, el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, un independentista que prometió privilegiar el “diálogo” tras el intento fallido de secesión que sacudió Cataluña y España en octubre, debe anunciar a las 11:30 (07:30 de Chile) a quién propone como candidato para presidir la región.
A pesar de sus problemas judiciales y el rechazo frontal del gobierno español, Puigdemont parte como el principal candidato después de que los independentistas obtuvieran la mayoría absoluta del parlamento regional en las elecciones del 21 de diciembre.
Los comicios fueron convocados por el gobierno central de Mariano Rajoy, tras intervenir la región de 7,5 millones de habitantes y que representa casi un 20% del PIB español, horas después de la fallida declaración unilateral de independencia el 27 de octubre.
El líder separatista, cesado de la presidencia catalana en octubre por el gobierno español, tiene libertad de movimiento en Europa dado que el juez instructor retiró su orden de detención europea para evitar divergencias entre la justicia belga y la española sobre la gravedad de los hechos que le reprochan.
En España se le persigue por rebelión, sedición y malversación de fondos por su papel en el intento de secesión y si vuelve podría terminar encarcelado como lo está su vicepresidente Oriol Junqueras desde noviembre.
Oposición del gobierno central
Ante esta situación, Puigdemont propone ser investido desde el extranjero, ya sea participando por videoconferencia o haciendo leer su discurso a otro diputado, aunque los servicios jurídicos del parlamento consideran que no se ajusta al reglamento.
Aun así, será el órgano rector del parlamento, dominado por los independentistas, quien debe decidir en última instancia si permite una investidura no presencial.
En caso de que los diputados independentistas lleguen a escogerlo en su ausencia, el gobierno central y la oposición anunciaron que harán todo lo posible para bloquear su toma de posesión.
Por ejemplo, podrían recurrir la sesión de investidura al Tribunal Constitucional para que suspenda la votación o la resolución en que lo nombran presidente.
“No es admisible que una persona que vive fuera de España pueda presidir la Generalitat (ejecutivo catalán), que sea investido sin acudir al parlamento y que se salte el control al que tiene que ser sometido en el parlamento. Es de puro sentido común”, advirtió el sábado Rajoy.
Si fuera así, el artículo 155 de la Constitución gracias al que el gobierno central controla la autonomía regional desde el pasado 27 de octubre se continuará aplicando, aseguró.
Pero si Torrent no propone al presidente destituido, puede provocar una crisis en el seno de los partidos independentistas entre su formación, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la de Puigdemont, Junts per Catalunya (centroderecha).
Los primeros prefieren evitar más choques con Madrid para reducir la tensión en la dividida sociedad catalana e intentar ganar más apoyos y los segundos no contemplan otro escenario que la investidura de su líder.
Un bloqueo podría desembocar en nuevas elecciones.
“Tenemos que valorar los costes y beneficios de todas las decisiones. (…) El país (Cataluña) está por encima de cualquier persona”, advirtió Ernest Maragall, de ERC, el sábado.
Tampoco está descartado un retorno sorpresa de Puigdemont a España, aunque sea inmediatamente detenido, declaró su abogado el sábado.