George H.W. Bush fue recordado con grandes elogios y tierno humor este miércoles, cuando la nación despidió a quien fue su Presidente número 41 y el último en combatir en guerra.
Estuvieron presentes cuatro ex Mandatarios, incluyendo su hijo George W. Bush, quien pronunció el elogio fúnebre de su padre.
"Para nosotros, fue la más brillante de mil luminarias", dijo el ex Mandatario, quien sollozó brevemente al final de su oración cuando recordaba a la hija que perdieron sus padres a los tres años y a su madre Barbara, quien murió en abril.
En medio de los homenajes sombríos a los años de servicio público y la fuerza de carácter del fallecido Presidente, también hubo risas en la catedral. Varios discursos, incluso el del hijo, señalaron la tendencia de Bush a confundir sus palabras y decir disparates. Fue el "último gran soldado estadista", dijo el historiador Jon Meacham, quien calificó al ex Mandatario como "nuestro escudo" en tiempos peligrosos.
Pero también recordó cómo Bush, de campaña en una gran carpa atestada de gente, estrechó la mano de un maniquí. Sin mostrar la menor vergüenza, simplemente dijo: "Nunca se sabe. Hay que preguntar".