Foto: Marita Rodríguez y Lorena Delgado Varas, las chilenas en la flotilla
“Los pasajeros en sus yates se dirigen de manera segura y pacífica a Israel, donde comenzarán sus procedimientos de deportación a Europa. Los pasajeros están a salvo y en buen estado de salud”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en X, un día después de que fuerzas navales israelíes interceptaran varias embarcaciones que navegaban hacia Gaza.
El miércoles, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel publicó imágenes donde se ve a Greta Thunberg —la activista climática sueca y figura más destacada de la flotilla— sentada en una cubierta mientras la rodean militares.
“Varias embarcaciones de la flotilla ‘Hamás-Sumud’ han sido detenidas de forma segura y sus pasajeros están siendo trasladados a un puerto israelí”, dijo el ministerio en X. “Greta y sus amigos están a salvo y sanos.”
Los organizadores de la Flotilla Global Sumud dijeron el miércoles que el ejército israelí había detenido 19 de los barcos de la flotilla, pero que alrededor de 30 seguían navegando hacia Gaza.
Sin embargo, a primeras horas del jueves, en una publicación en Telegram, la flotilla dijo que la embarcación la Adara también había sido abordada, con el paradero de quienes iban a bordo aún sin confirmar.
Las chilenas en la flotilla
Marita Rodríguez y Lorena Delgado Varas, ambas con nacionalidad chilena-sueca, se sumaron a la expedición en Sicilia, Italia. Por el momento no hay información oficial respecto a si fueron detenidas por los agentes israelíes.
Según detalla EFE, las nacionales forman parte del contingente latinoamericano compuesto además por ciudadanos de Brasil, México, Colombia y Argentina.
A través de sus redes sociales, Rodríguez había alertado que el encuentro con un buque militar israelí era inminente y que las fuerzas israelíes habrían pedido a la flotilla “retroceder”.
La activista nació en el exilio, en Suecia, donde su madre se refugió estando embarazada. Su padre, en tanto, fue ejecutado en 1976, tres años después del golpe de Estado de Augusto Pinochet
Flotilla hacia Gaza y el pulso internacional
La Marina israelí había advertido que la flotilla estaba entrando en una zona de combate activa y violando un bloqueo legal, ofreciendo en su lugar transferir cualquier ayuda a Gaza a través de los canales oficiales.
Países como Turquía, España e Italia desplegaron barcos o drones en caso de que sus nacionales requirieran asistencia, incluso cuando Israel advirtió repetidamente a la flotilla que diera la vuelta.
No obstante, Italia y España cesaron el seguimiento cuando la flotilla se situó a menos de 150 millas náuticas (278 km) de Gaza.
Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía denunció el “ataque” de Israel a la flotilla como “un acto de terror” que puso en peligro la vida de civiles inocentes. En Italia estallaron protestas espontáneas en respuesta a la redada.
Italia y Grecia hicieron un llamamiento conjunto instando a Israel a no dañar a los activistas y pidieron a la flotilla que entregara su carga a la Iglesia católica para su envío indirecto a Gaza, una petición que los organizadores rechazaron.
Funcionarios israelíes desestimaron la misión como un espectáculo. “Esta negativa sistemática a entregar la ayuda demuestra que el objetivo no es humanitario, sino provocador”, escribió en X Jonathan Peled, embajador de Israel en Italia, quien además sugirió que la flotilla mantenía vínculos con Hamás.
Los organizadores prometieron que la misión “continuará sin amedrentarse”. En total, 500 parlamentarios, abogados y activistas forman parte de la Flotilla Global Sumud, que transporta medicinas y alimentos al enclave palestino devastado por la guerra.
Interceptación en zona patrullada por Israel
A pocos días de cumplirse dos años de la ofensiva de Israel en Gaza, la flotilla, que representa un intento por mar de romper el bloqueo israelí, se encontraba a unas 70 millas náuticas de Gaza cuando fue interceptada, dentro de una zona que Israel patrulla para impedir la aproximación de embarcaciones al enclave.
Los organizadores denunciaron que sus comunicaciones, incluido el flujo de cámara en directo desde algunos barcos, fueron interferidas y alegaron que el ejército empleó tácticas agresivas —como cañones de agua— durante la operación; aunque no reportaron heridos, calificaron la redada del miércoles como un “crimen de guerra”.
“Múltiples embarcaciones (…) fueron interceptadas y abordadas ilegalmente por las Fuerzas de Ocupación israelíes en aguas internacionales”, dijeron los organizadores en un comunicado.
La flotilla también acusó a la Marina israelí de intentar hundir la Maria Cristina. Reuters no pudo verificar de forma independiente esta afirmación y el ejército israelí no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Las reacciones internacionales aparecieron en cadena. Ankara dijo que había iniciado gestiones para asegurar la liberación de nacionales turcos y de otros países a bordo, mientras que España instó a Israel a respetar la seguridad y los derechos de los activistas.
“Los informes de esta noche son muy preocupantes. Se trata de una misión pacífica para arrojar luz sobre una catastrófica crisis humanitaria”, escribió en X el ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Simon Harris.