El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado la imposición de sanciones contra los líderes del golpe de Estado de Birmania, aunque no ha especificado nombres concretos y los sancionados se identificarán a lo largo de esta semana.
En rueda de prensa, el mandatario ha detallado que ha aprobado una orden ejecutiva que permite a Estados Unidos "sancionar inmediatamente a los líderes militares que dirigieron el golpe, sus intereses financieros y sus familiares más cercanos", además de "imponer fuertes controles de exportación".
"El Gobierno de Estados Unidos está dando pasos para prevenir que los generales tengan acceso indebido a los mil millones de dólares de fondos del Gobierno birmano depositados en la nación norteamericana", ha subrayado, según ha informado la cadena de televisión CNN.
"Congelaremos los activos estadounidenses que benefician al Gobierno birmano", ha hecho hincapié, aunque ha garantizado que su Administración "continuará apoyando la atención médica, a los grupos civiles y otras áreas que benefician directamente al pueblo birmano".
De forma paralela, Biden ha pedido a la junta militar establecida después del golpe que libere a los líderes y manifestantes detenidos, incluida a la antigua líder 'de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi, y que cese de reprimir a las personas que protestan en contra de la asonada.
"Los militares deben ceder el poder y demostrar respeto por la voluntad de la ciudadanía birmana, expresada en las elecciones del 8 de noviembre", ha afirmado, recalcando que la situación en Birmania preocupa en todo el espectro político estadounidense e internacional. Por último, ha advertido de que Estados Unidos "estará listo" para imponer "medidas adicionales".
Biden ya amenazó con reimponer sanciones a Birmania tras el golpe de Estado, que tildó de "asalto directo contra la transición a la democracia y al Estado de Derecho" del país. "Estados Unidos retiró las sanciones sobre Birmania en la última década, basándose en el progreso hacia la democracia", recordó Biden en un comunicado, donde especificó que "el retroceso en ese progreso exigirá una revisión inmediata de nuestras leyes y autoridades sancionadoras, seguida de las medidas adecuadas".
El Ejército de Birmania asumió el poder el 1 de febrero y declaró el estado de emergencia durante un año tras detener a los principales dirigentes del país. El golpe llegó tras las recientes tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.
Durante la jornada, Suu Kyi ha sido nombrada para un segundo mandato como consejera de Estado por parte de un Parlamento paralelo integrado por miembros de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (NLD), hasta 2025.