La ex primera dama, la republicana Laura Bush, arremetió en contra de la política de "cero tolerancia" de Donald Trump que consiste en separar a los padres y niños inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur de EE.UU..
Tras conocerse que desde el 19 de abril al 31 de mayo se han enviado casi dos mil niños a centros de detención, la esposa de George W. Bush afirmó que esta medida "es cruel. Es inmoral. Y me rompe el corazón".
"Nuestro Gobierno no debería estar en el negocio de depositar niños en almacenes reconvertidos o hacer planes para colocarlos en tiendas de campaña provisionales en el desierto a las afueras de El Paso", agregó.
Los niños no pueden ser enviados a las mismas instalaciones de detención que sus padres porque no se les acusa de un delito, por lo que han sido alojados con familias de acogida o trasladados a centros distintos, que según los informes incluyen un edificio de Walmart reconvertido.
Bush, en una columna publicada en The Washington Post, aseguró que "estas imágenes son una evocación siniestra de los campamentos de internamiento estadounidenses para japoneses en la Segunda Guerra Mundial, que actualmente están considerados uno de los episodios más vergonzosos de la historia de Estados Unidos".
La profesora también explicó que todos concuerdan que el sistema de inmigración "no está funcionando, pero la injusticia de la política de "cero tolerancia" no es la respuesta".
"Me mudé de Washington hace casi una década, pero sé que hay buenas personas en todos los niveles del gobierno que pueden hacer algo para arreglar esto", puntualizó.
Las palabras de Bush se unen a la actual primera dama, Melania Trump, quien señaló este domingo que "detesto" ver a los niños separados de sus padres e insistió a que se llegara a un acuerdo bipartidista para reformar las leyes migratorias.