Foto: Palestinos llevan el cadáver de uno de los extranjeros humanitarios asesinados por Israel
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reconoció en un mensaje grabado que el ataque que mató a siete trabajadores de World Central Kitchen (WCK), una ONG dedicada a la ayuda alimentaria que lleva un tiempo asistiendo a los refugiados palestinos en Gaza, había sido de autoría israelí, pero por accidente. Un chiste...
“Desgraciadamente, el pasado día se produjo un trágico incidente de un impacto no intencionado de nuestras fuerzas sobre personas inocentes en la Franja de Gaza. Ocurre durante la guerra”, señaló el premier en un video subido a X, antes Twitter. “Estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que esto no vuelva a ocurrir”, añadió.
El ataque cayó sobre una camioneta, y siete de los colaboradores de la ONG, incluido un ciudadano con doble ciudadanía estadounidense y canadiense, murieron en el lugar. Según World Central Kitchen, su personal había coordinado la operación en la que los trabajadores murieron de antemano con el ejército israelí, y estos últimos explicaron que abrirán una investigación para esclarecer lo sucedido.
“Este ataque a nuestra comunidad humanitaria es inaceptable”, dijo en redes sociales la directora del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, Cindy McCain. “La seguridad de los trabajadores humanitarios es primordial, al igual que la seguridad de quienes vienen a recibir ayuda”.
Esta organización no gubernamental, fundada por el famoso chef José Andrés, se dedica a entregar comida caliente y gratuita en lugares en crisis, como ciudades afectadas por terremotos o inundaciones, pero dio un salto al llegar a Ucrania y entregar alimentos en un contexto bélico.
El chef Andrés, en tanto, replicó mediante redes sociales. “Estoy desconsolado y apenado por sus familias y amigos y por toda nuestra familia WCK”, inició. “El gobierno israelí tiene que poner fin a esta matanza indiscriminada. Tiene que dejar de restringir la ayuda humanitaria, dejar de matar a civiles y trabajadores humanitarios, y dejar de usar la comida como arma. No más pérdidas de vidas inocentes”.