Mientras el Papa Francisco duplica la cantidad de integrantes en comisión para la protección de menores, parte de la curia vaticana (y en Chile) se molesta por la investigación ordenada en contra del Obispo Barros, acusado en nuestro país de ser cómplice de abusos sexuales a menores.
El pontífice nombró a nueve nuevos miembros del grupo que hasta ahora solo estaba conformado por siete personas.
La comisión tiene por fin prevenir los casos de pederastia entre los religiosos, está presidida por el cardenal Sean O'Malley y queda ahora formada por dieciséis miembros, ochos hombres y ocho mujeres.
La Santa Sede explicó en un comunicado que "hay víctimas/supervivientes del abuso sexual clerical entre los miembros anunciados hoy", pero añadió que no daba más detalles por respeto a su privacidad.
"La CPPM apoya el derecho de toda persona que haya sufrido abusos a revelar o no revelar públicamente sus experiencias. Los miembros nombrados hoy han decidido no hacerlo públicamente, sino sólo dentro de la comisión. La CPPM cree firmemente que su privacidad es un valor que debe respetarse", expuso.
Los nuevos miembros son el brasileño Nelson Giovanelli Rosendo dos Santos, la británica Jane Bertelsen, la india Arina Gonsalves, el italiano Ernesto Caffo, el australiano Neville John Owen, Benyam Dawit Mezmur (Etiopia), Myriam Wijlens (Países Bajos), Sinalelea Fe'ao (Tonga) y Teresa Kettelkamp (Estados Unidos).
Los antiguos integrantes son Gabriel Dy-Liacco (Filipinas), Luis Manuel Alí Herrera (Colombia), Hans Zollner (Alemania), Hanna Suchocka (Polonia), Kayula Lesa (Zambia), Hermenegild Makoro (Sudáfrica) y Robert Oliver (Estados Unidos).
El cardenal O'Malley ha celebrado estos nombramientos y ha considerado que estas personas "añadirán una perspectiva global a la protección de los menores y adultos vulnerables".
"El Santo Padre ha asegurado la continuidad del trabajo de nuestra comisión, que consiste en ayudar a las iglesias locales de todo el mundo en sus esfuerzos por proteger a todos los niños, jóvenes y adultos vulnerables de posibles daños", ha añadido, según el comunicado oficial.
Los nuevos miembros y el personal de la CPPM "comenzarán su nuevo mandato escuchando y aprendiendo de las personas que han sido abusadas, de sus familiares y de aquellos que los apoyan".
Además, "debatirán diversas propuestas para promover un diálogo permanente con las víctimas/supervivientes de todo el mundo" y celebrarán "consultas durante varios meses con el fin de establecer un 'Grupo Consultivo Internacional de Supervivientes"'.
Y al otro lado...
La decisión del mismo Papa Francisco de enviar a Scicluna a investigar a Barros, es resistida en la curia, según dio a conocer vaticanista. Como se recordará, hoy se concreta en Estados Unidos el encuentro entre Juan Carlos Cruz y el obispo de Malta.
"En el Vaticano hay quienes prefieren una antigua actitud de defender a los suyos y no ponerse en discusión", dijo Elisabetta Piqué, biógrafa de Francisco.
Piqué, corresponsal de La Nación de Argentina en Italia y el Vaticano y biógrafa del papa Francisco, afirmó en Cooperativa que no ha caído bien en la curia romana la designación del cardenal de Malta Charles Scicluna para recoger testimonios sobre el presunto encubrimiento de los abusos de Fernando Karadima por parte del obispo de Osorno, Juan Barros (en la foto de La Voz -DPA- junto al Papa en Temuco).
Scicluna llegará este lunes Chile para escuchar a quienes han manifestado la voluntad de dar a conocer elementos que poseen sobre este caso y que vinculan a Barros con los abusos.
Este sábado se concretará en Estados Unidos el encuentro entre Juan Carlos Cruz y el obispo de Malta, reunión que tendrá lugar durante la mañana en una parroquia en Nueva York, tras lo cual Scicluna se dirigirá a Santiago a recoger testimonios de otras víctimas, entre ellos James Hamilton y Juan Andrés Murillo, además de reunirse con organizaciones como los Laicos de Osorno.
Según Piqué, "esta decisión de mandar a Scicluna, que evidentemente significa la reapertura del caso Barros, es una decisión que el papa toma y que tampoco es que haya caído demasiado bien en ciertos sectores de la curia romana, eso lo sé. No creo que todo el mundo haya estado contentísimo con esta decisión".
"Es una decisión que reabre el caso Barros, que probablemente -seguramente, muy probablemente- va a demostrar que hubo algo que no funcionó y que hubo encubrimiento en la Iglesia. Sabemos que la política del encubrimiento ha sido una política de la Iglesia en los años de los escándalos, hace 20 o 30 años, pero desde Benedicto XVI se está tratando de revertir esta política y es ir e indagar cosas que evidentemente van a sacara a la luz que hubo algo que no funcionó", argumentó.
"Por esto -y esto lo sabemos- en el Vaticano hay quienes prefieren una antigua actitud de defender a los suyos y de no ponerse en discusión", dijo.
Para la vaticanista, "esto habla de una actitud del papa muy humana, de decir 'bueno, si hay algo que corregir, tratemos de corregirlo', y no cerrarse en esta defensa, en una actitud de decir 'pude haberme equivocado y corrijo'. Eso es muy importante para Chile, pero también para la Iglesia en el general".
Cabe destacar que de la experiencia de Scicluna en casos de este tipo, resalta que en 2005 fue designado por Benedicto XVI para investigar las múltiples acusaciones de abuso sexual contra el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel -un año después el pontífice cerró la indagatoria por su avanzada edad y lo envió a retiro-.
Juan Carlos Cruz por su parte y previo al encuentro, aseguró que llegará confiado al mismo y esperanzado en el proceso en este caso.