La justicia brasileña condenó este jueves a penas de entre 5 y 9 años de cárcel a 2 seguidores del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro acusados de participar en el intento de atentado mediante la detonación de un artefacto explosivo cerca del aeropuerto internacional de Brasilia el pasado 24 de diciembre de 2022.
El juez Osvaldo Tovani, de primera instancia, dictó sentencias de nueve años y cuatro meses de prisión para George Washington de Oliveira, y de cinco años y cuatro meses para Alan Diego dos Santos.
Ambos son seguidores del expresidente y líder de la extrema derecha brasileña, Jair Bolsonaro, y llevan detenidos prácticamente desde que ocurrieron los hechos.
Según el fallo, se conocieron en el campamento que simpatizantes de Bolsonaro montaron delante del Cuartel General del Ejército, en Brasilia, luego de la victoria del progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de octubre.
Desde allí demandaban una “intervención” militar para derrocar a Lula y mantener en el poder a Bolsonaro.
Los hechos
Las investigaciones indicaron que De Oliveira encargó el material explosivo, que vino desde el estado de Pará (norte), y montó el artefacto tras realizar unas pesquisas a través de Internet.
Después, se lo entregó a Dos Santos, que lo colocó dentro de un camión cisterna para el transporte de combustibles, situado en la vía de acceso al aeropuerto internacional del Distrito Federal de Brasilia.
El artefacto no llegó a explotar por un fallo en su montaje y fue desactivado por un grupo de policías especializados la mañana del 24 de diciembre de 2022, cuando faltaban ocho días para la investidura de Lula.
En su declaración, De Oliveira confesó que planearon colocar explosivos en al menos dos puntos de la capital brasileña, con los que pretendían generar “el caos” y “provocar la intervención de las Fuerzas Armadas”, impidiendo así a Lula asumir el poder.
En la sentencia, para la que cabe recurso, el magistrado mantuvo en prisión preventiva a los dos condenados ante “la necesidad de preservar el orden público“.
Aún hay identificado un tercer acusado por este episodio, Wellington Macedo, considerado prófugo de la Justicia y cuyo caso tramita por separado.
Tras ese intento de atentado, muchos de los bolsonaristas que estaban en el campamento frente al Cuartel General del Ejército participaron el 8 de enero en la violenta invasión a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, con la que también buscaron derrocar a Lula, quien una semana antes había asumido el poder.