Fuentes militares explicaron al diario Clarín de Argentina que el hallazgo del submarino Ara San Juan está en el sitio llamado “1 área 15A-4” a pocas millas del originalmente llamado “punto dato Cabo de Hornos 1” en referencia al buque científico chileno que registró los primeros contactos en noviembre de 2017 y del último mensaje radial que había enviado el San Juan antes de desaparecer.
En base a esos datos del Cabo de Hornos y otros en noviembre de 2017, oficiales de la Armada Argentina encargados de la búsqueda habían recomendado aceptar un robot minisubmarino ofrecido por Gran Bretaña pero por motivos que se desconocen el entonces jefe de la marina de guerra, almirante Marcelo Srur, desechó la posibilidad. Clarín publicó el 13 de septiembre pasado documentos secretos que muestran que existió una recomendación norteamericana, de noviembre de 2017, para centralizar la búsqueda en esa área.
La empresa Ocean Infinity, propietaria del buque noruego de alta tecnología que encontró al San Juan, antes de iniciar este nuevo operativo tuvo a su disposición los indicios recabados en la búsqueda multinacional realizada el año pasado y chequeó estos datos con Bruce Rule, el experto norteamericano que encontró al submarino USS Scorpion en 1968 y que hizo un informe clave sobre la forma que habría implosionado el San Juan. Pero decidió por cuenta propia cómo buscar, informó la Armada.
La presunción de que el submarino se hallaba en el área que rastreó el buque chileno Cabo de Hornos estaba basada en varios indicios. Por ejemplo, los contactos sonoros registrados por el Cabo de Hornos que tenía el sonar más apto para esas profundidades. Las fuentes basaban su hipótesis en que en ese punto de la plataforma, ubicado frente a Comodoro Rivadavia, hay un “cañadón submarino con profundidades de más de 800 metros y la presencia de gran cantidad de formaciones rocosas que pudieron enmascarar los restos del San Juan cuando se bajó un ROV (robot)”.