"Después de un año de paciencia, Irán detiene las medidas que Estados Unidos ha hecho imposible mantener". Con esta publicación en redes sociales, el ministro de Relaciones Exeriores iraní, Mohammad Javad Zarif, consignó en pocas palabras el nuevo anuncio que puso en jaque a la comunidad internacional. Este miércoles, Irán decidió suspender una serie de compromisos estipulados en el acuerdo nuclear de 2015, el mismo día en que se cumple un año desde que EE.UU. se retiró del pacto y restableció las sanciones económicas.
En un mensaje televisado, el Presidente Hassan Rohani, informó que el país dejará de exportar sus excedentes de uranio enriquecido y agua pesada de su programa nuclear. Pero además, dio un plazo de 60 días para que las potencias internacionales renegocien el pacto firmado hace cuatro años. De lo contrario, advirtió, su país reanudará enriquecimiento de uranio de altas concentraciones, lo que puede utilizarse en armas nucleares.
"Creemos que el acuerdo nuclear necesita una cirugía y que los analgésicos del último año no han sido eficaces", dijo dirigiéndose a Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, el resto de las potencias firmantes del pacto. "Esta cirugía es para salvar el acuerdo, no para destruirlo", añadió.
Las tensiones entre Teherán y Washington aumentaron el año pasado, cuando el Presidente Donald Trump decidió sacar a su país del acuerdo, que establecía un límite al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
Desde entonces, EE.UU. ha reintroducido duras sanciones, agravando una dura crisis económica en Irán. Sin embargo, el clima empeoró todavía más esta semana, luego de que Washington enviara un portaaviones y un escuadrón de bombarderos para responder a amenazas no especificadas de Teherán, colmando la paciencia iraní.
"Decisiones irreflexivas y arbitrarias, que llevan a una presión irracional sobre Irán, provocarían a continuación medidas desagradables", afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Ejecutivo ruso, uno de los primeros en reaccionar tras las declaraciones de Rohani y la notificación a las cinco potencias. Para Moscú, el principal responsable por de esta situación que alerta a la comunidad internacional es EE.UU. y su "comportamiento irresponsable".
Lo mismo piensa China. "Rechazamos las acciones estadounidenses que lleven a una escalada de tensión en torno al acuerdo nuclear con Irán", afirmó el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang. Desde el punto de vista de Beijing, Teherán "ha cumplido de largo sus obligaciones" en torno al acuerdo, que ha sido implantado de forma "estricta" pese a las "sanciones unilaterales" de Washington.
Desde el otro lado, Israel fue una de las primeras naciones en embestir contra la decisión iraní. "He oído que Irán pretende continuar con su programa nuclear. No permitiremos que Irán obtenga armas nucleares", afirmó Netanyahu.
"Seguiremos luchando contra quienes quieren quitarnos la vida, y echaremos raíces aún más profundas en la tierra de nuestra patria", aseveró el Primer Ministro Benajmin Netanyahu.
El Gobierno de Reino Unido, por su parte, tildó el anuncio como "un paso inoportuno". El secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Mark Field, precisó ante la Cámara de los Comunes que aunque Londres no está "hablando en este momento de volver a imponer sanciones" a Teherán "hay que recordar que estas se levantaron a cambio de las restricciones nucleares" previstas en el acuerdo.
"Si Irán dejara de cumplir sus compromisos nucleares, por supuesto habría consecuencias", advirtió. La Primera Ministra británica, Theresa May, se reunirá este miércoles con el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, una cita marcada por las relaciones con Irán.
En su misma declaración esta mañana, Rohani llamó a los firmantes a adherir a las nuevas conversaciones para mantener el pacto. "Si los cinco países se suman a las negociaciones y ayudan a Irán a acceder a sus beneficios en el campo del petróleo y la banca, Irán volverá a sus compromisos según el acuerdo nuclear", señaló.
Sin embargo, afirmó que si los líderes europeos optan en su lugar por imponer más sanciones a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, habría una "fuerte reacción".