Kim Wall pretendía escribir sobre la historia de la fabricación casera de la máquina en donde viajaban, que según su propietario y eventual asesino, es el mayor submarino privado construido en el mundo.
Trágica y confusa muerte de una periodista sueca en un submarino
Conmoción causó la historia de la periodista sueca Kim Wall, cuya muerte en un submarino fue confirmada este lunes luego de estar diez días desaparecida en Dinamarca.
Según los datos que se tienen hasta el momento del caso, falleció debido a un presunto accidente ocurrido al interior de la máquina. La información el dueño de la embarcación, Peter Madsen, quien confesó a la policía danesa que arrojó el cadáver de la mujer al mar en un lugar no definido en la bahía de Køge (sureste de Copenhague).
La profesional, de 30 años, fue vista por última vez junto a Madsen el pasado 10 de agosto al rededor de las 20:30 horas, poco antes de la puesta de sol. Kim Wall pretendía escribir sobre la historia de la fabricación casera de la máquina en donde viajaban, que según su propietario y eventual asesino, es el mayor submarino privado construido en el mundo.
Pero, lo que podría haber sido un gran reportaje, terminó siendo una tragedia.
La madrugada del 11 de agosto, horas después de que la periodista subiera a bordo del UC3 Nautilus -una embarcación de casi 18 metros de largo y 40 toneladas-, su novio denunció la desaparición.
Wall era una destacada profesional: estudió en las universidades Sorbona de París y Columbia de Nueva York, además de la London School of Economics. Vivió en Nueva York y Beijing y trabajó en reconocidos medios de prensa como The New York Times (EE.UU.), The Guardian (Reino Unido), The South China Morning Post y Vice Magazine (EE.UU.).