Foto: Primer meme creado de Trump preso
El juicio penal de pago de dinero por silencio contra Donald Trump llegó a su fin. El expresidente fue acusado por la oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan de 34 delitos penales estatales por falsificar registros comerciales, específicamente relacionados con 11 facturas, 12 vales y 11 cheques.
Los fiscales señalaron que los pagos no fueron un anticipo por servicios legales, como fueron registrados, sino reembolsos por pagarle a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels a cambio de su silencio y los derechos vitalicios de su historia en el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2016.
Mientras estaba en el estrado, el exabogado de Trump, Michael Cohen, implicó a Trump en el plan de pago de dinero por silencio, pues aseguró que repartió US$ 130.000 con la aprobación de Trump y le prometieron un reembolso.
Pagar dinero por silencio no es un delito. Lo que alegaron los fiscales es que Trump falsificó intencionalmente documentos para ocultar su pago a Cohen bajo la apariencia de un anticipo por servicios legales con el objetivo de ocultar información a los votantes durante las elecciones presidenciales de 2016.
Según el estatuto, Trump fue declarado culpable de un delito grave de falsificación de registros comerciales, ya que Trump no solo “falsificó los registros comerciales de una empresa” mientras actuaba “con intención de defraudar”, sino que también que con la “intención de cometer otro delito o de ayudar u ocultar su comisión”.
Los fiscales explicaron que el delito subyacente fue intentar influir ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016.
¿Podría Trump ir a la cárcel?
“Si Trump fuera declarado culpable de todos los cargos, en teoría podría enfrentarse a más de una década de prisión. Los 34 delitos graves están clasificados como delitos de clase E en Nueva York, el nivel más bajo de delitos graves en el estado”, explicó Laura Coates, analística jurídica de CNN antes de que el expresidente fuese declarado culpable.
En este caso, luego de ser acusado culpable, la pena máxima por cada uno de esos cargos es de cuatro años, según Coates. Sin embargo, Nueva York limita la condena por este tipo de delito a 20 años.
Pero queda a discreción del juez decidir si esas penas se ejecutarán de forma simultánea o consecutiva. Dado que se trata de delitos no violentos y que Trump no tiene antecedentes penales, el juez también podría considerar la posibilidad de encarcelarlo por un periodo que no sea más que una fracción de la pena máxima.
No obstante, de acuerdo con Coates, existe la posibilidad de que el juez prescinda por completo de la prisión y lo ponga en libertad condicional, con la posibilidad de encarcelarlo si no cumple ciertas condiciones impuestas.
¿Podría Trump ser presidente desde la cárcel?
Para que este escenario sea posible, Trump tendría que ser condenado, sentenciado, agotar las apelaciones, presentarse en prisión y ganar las elecciones.
Según Frank Bowman, profesor emérito de Derecho de la Universidad de Missouri, experto en Derecho Penal y autor de un libro sobre el proceso de juicio político, la Constitución de Estados Unidos permite teóricamente que una persona ocupe el cargo “incluso si es un delincuente convicto o incluso si es un delincuente convicto en la cárcel”.
El tiempo, sin embargo, se interpondría en el camino para que esta hipotética situación llegara a producirse. “Estas cosas llevan mucho tiempo, y las apelaciones se alargarían”, probablemente más allá del día de las elecciones y el día de la toma de posesión, asegura Bowman.
También es posible que los oponentes de Trump, tras una condena, intenten de nuevo un juicio político contra él u objetar su presidencia con base en la Decimocuarta Enmienda, aunque esas vías ya se han intentado y han fracasado.
Bowman, explica que si Trump es condenado de algún modo en uno de sus dos juicios federales y sentenciado a prisión federal, como presidente podría teóricamente intentar indultarse a sí mismo u ordenar a la Oficina de Prisiones que hiciera algo como recluirlo en la Casa Blanca.
Sin embargo, este es un territorio inexplorado que no está previsto en la legislación estadounidense y según Bowman, es poco probable que ocurra.