Oh I'm just counting

Vea impresionante ataque y VIDEO. Trabajo de inteligencia con drones ocultos en Rusia durante más de un año: cómo Ucrania le dio a Putin su propio "Pearl Harbor"

Foto: El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, habla con el jefe de los servicios secretos ucranianos, Vasyl Malyuk, tras el ataque con drones en Rusia.

Lo ocurrido este domingo en Rusia, según coinciden los analistas, está llamado a ocupar un lugar en los libros de historia. Las fuerzas ucranianas lanzaron un ataque coordinado con drones contra cuatro aeródromos situados en distintas regiones del país, en una operación que asestó un golpe mayúsculo al Kremlin. No solo por haberse producido a plena luz del día, ni por haber sorprendido por completo a las defensas rusas, sino sobre todo porque evidenció que la guerra se ha convertido en una realidad imposible de ignorar para los ciudadanos rusos.

 El Ministerio de Defensa del Kremlin informó que una ola de drones ucranianos atacaron aeródromos en las regiones de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur. Varios aviones ardieron tras los ataques y otros fueron repelidos, según las autoridades, que añadieron que no se reportaron víctimas mortales. Todavía no se ha especificado la magnitud de los daños, pero varios medios estadounidenses dan credibilidad a las autoridades de Kiev, que sostienen que hasta 41 aeronaves —incluidos bombarderos estratégicos Tu-95 y aviones de alerta temprana A-50— fueron destruidas o inutilizadas. Un golpe demoledor a la capacidad de Moscú para lanzar ataques con misiles de crucero a larga distancia desde la retaguardia.

 El ataque ucraniano fue una maniobra quirúrgicamente planeada por las fuerzas de Kiev. Según medios locales ucranianos, la operación llevaba más de año y medio en preparación y comenzó con el traslado encubierto de los drones al interior de Rusia, presuntamente a bordo de un camión comercial. Una vez en territorio ruso, los drones fueron ocultados bajo los techos móviles de varios cobertizos de madera transportados por esos mismos vehículos. Al llegar el momento, un control remoto abrió los tejados y activó los drones, que despegaron directamente desde dentro del país para ejecutar el ataque.

“Decenas de drones se lanzaron directamente desde los camiones, impactando contra aviones militares. Y Rusia ya no puede producir estos bombarderos. La pérdida es enorme. Nunca antes se había hecho algo así”, afirma Maria Avdeeva, experta en seguridad y desinformación rusa. “Esto quedará en los libros de texto”, añadió.

Según el Kremlin, uno de los puntos atacados fue el aeródromo de Belaya, en el sudeste de Siberia, una base estratégica que aloja bombarderos Tu-22M y Tu-95, utilizados habitualmente en los ataques sobre Ucrania. También fueron blanco la base aérea de Olenya, en la península de Kola —cerca de la frontera con Noruega y Finlandia—, así como las instalaciones militares de Dyagilevo e Ivanovo, a varios cientos de kilómetros de Moscú.

Para Valentin Chatelet, experto en seguridad de Atlantic Council, la operación de este domingo es especialmente significativa porque muestra la determinación de Kiev para interrumpir la cadena de mando que permite a Rusia continuar con su invasión a gran escala. “La operación ‘Tela de Araña’, conocida informalmente como el ‘Pearl Harbor ruso’ ha expuesto deficiencias sustanciales en la seguridad operativa y las defensas aéreas de Rusia dentro de su territorio. También ha puesto de manifiesto vulnerabilidades significativas en la infraestructura aérea crítica rusa”, afirma.

Los blogueros militares rusos confirmaron el duro golpe que han recibido las fuerzas de Moscú. “Hoy (por este domingo) será considerado un día negro para la aviación rusa de largo alcance”, apuntaba una publicación en el canal de Telegram Fighterbomber.

Por su parte, la subdirectora de la oficina presidencial de Ucrania, Iryna Vereshchuk, afirmó que la operación de Kiev no es un knockout para Rusia, pero sí un golpe muy duro. El mismo domingo, horas antes del operativo contra la aviación rusa, el ejército ucraniano informó que un ataque con misiles rusos contra una base de entrenamiento mató al menos a 12 soldados e hirió a más de 60.

Las ofensivas tuvieron lugar antes de la nueva ronda de negociaciones en Estambul. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha afirmado que tiene poca confianza en que su homólogo ruso, Vladímir Putin, esté dispuesto a llegar a un acuerdo de alto al fuego. Y reiteró que, por el contrario, Rusia está preparando una nueva ofensiva para este verano.

Lo que ha sucedido este domingo en cinco regiones rusas puede afectar también a las conversaciones. La parte rusa ha calificado esta operación de "ataque terrorista" y podría utilizarla como pretexto para interrumpir las negociaciones. "Hasta el momento Rusia no ha indicado en absoluto su disposición a negociar una tregua", aclara Valentin Chatelet.

El simple hecho de que Ucrania haya demostrado capacidad para golpear instalaciones de ese nivel estratégico dentro de Rusia podría tener implicaciones en su doctrina nuclear. Moscú ha incluido tradicionalmente a su aviación estratégica como pilar clave de su disuasión atómica. Que esta aviación pueda arder en llamas por un enjambre de drones lanzados desde un camión comercial, plantea preguntas incómodas sobre la credibilidad del escudo nuclear ruso y añade una capa de tensión a las ya frágiles negociaciones de Estambul.

La operación militar ucraniana no podrá parar los avances de Rusia en el frente, pero ha sido un brote de optimismo para el país después de más de tres años de guerra. “Esto es exactamente lo que necesitamos para ganar la guerra, que es un conflicto asimétrico: creatividad militar como esta”, dijo Oleksandr Merezhko, jefe del comité de asuntos exteriores del parlamento ucraniano.