Irán ejecutó este sábado a un periodista que vivió exiliado y cuyo trabajo en internet ayudó a inspirar una ola de protestas económicas en 2017, dijeron las autoridades.
La televisora estatal iraní y la agencia noticiosa estatal IRNA reportaron que Ruhollah Zam, en la foto en el juicio que se le siguió, fue ahorcado a primera hora de la mañana.
En junio, una corte sentenció a Zam a pena de muerte alegando que había sido condenado por “corrupción en la Tierra”, un cargo que suele emplearse en casos que implican espionaje o intentos de derrocar al gobierno iraní.
El cibersitio de Zam y un canal que creó en la popular aplicación de mensajería Telegram habían difundido las horas de las protestas e información vergonzosa sobre funcionarios, desafiando de forma directa a la teocracia chií iraní.
Estas manifestaciones, que comenzaron a finales de 2017, supusieron el mayor reto en Irán desde las movilizaciones del Movimiento Verde de 2009 y sentaron las bases para protestas masivas similares en noviembre del año pasado.