Oh I'm just counting

Indígenas brasileños protestan en la capital contra las políticas de Bolsonaro

"Esta tierra tiene dueño. Exigimos la demarcación de nuestras tierras", reza uno de los carteles en el Campamento indígena Tierra Libre (ATL), que comenzó a instalarse el miércoles de madrugada en la Explanada de los Ministerios, donde se concentran los principales edificios gubernamentales de Brasilia, capital de Brasil.

 



Desde 2004, cada año, miles de indígenas de todo Brasil se reúnen en la capital para reclamar su derechos, pero en esta 15ª edición se respira una atmósfera de especial descontento por las políticas impulsadas por el gobierno del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, contrario a la demarcación de tierras y que ha amenazado con explotar la Amazonía de la mano de EE.UU.

A primera hora de la jornada, unos 2.000 indígenas ya habían desplegado sus tiendas de campaña –muchas cubiertas con lonas de plástico para protegerse de las posibles lluvias– frente al Congreso de Brasil. Distintos grupos llegaban cargando sus mochilas al hombro o arrastrando sus maletas de ruedas. Destacados líderes como la diputada Joênia Batista de Carvalho, primera parlamentaria indígena en la historia del país, visitó el campamento.

 



Durante tres días, las comunidades reivindicarán sus derechos a través de varias actividades. Esta noche organizarán una vigilia ante el Supremo Tribunal Federal (STF). El jueves, varios representantes tienen previsto participar en una audiencia pública en la Cámara de Diputados y en la Cámara Legislativa.

 

 

 

 

 

 

En Brasil existen alrededor de 305 tribus con un total de 900.000 personas, lo que equivale al 0,4 % de la población brasileña, según la ONG Survival. La Constitución reconoce a estos pueblos el derecho exclusivo de ocupar y usar estas tierras tradicionales. Sin embargo, las organizaciones no gubernamentales denuncian que el ejecutivo privilegia las actividades agropecuarias a costa de la deforestación ilegal y otras actividades ilegales que no representan sostenibilidad y que socavan los derechos de los pueblos ancestrales.