"Es una carta muy clara en que logra establecer el punto que mis defendidos vienen hace tantos años diciendo. Aquí no es sólo el tema de los abusadores, el problema es la estructura de encubrimiento y la estructura que permite que existan esos abusadores".

De esta forma se refirió el abogado de las víctimas de Karadima, Juan Pablo Hermosilla, a la carta que el Papa le entregó a los obispos chilenos donde, entre otras cosas, señalaba que hubo presiones sobre los que debían investigar las denuncias de abusos, se destruyeron documentos comprometedores y se minimizaron hechos delictivos.

En esa línea, el profesional comentó en Radio Universo que con la misiva se destaca "la perseverancia de mis defendidos, firmeza y al mismo tiempo la generosidad de ellos", pues "cada vez que los llamó la iglesia a ser escuchados iban, incluso cuando el Papa, mal informado, los trataba mal en su última visita, los vuelve a invitar para ser escuchados, y ellos siempre van".

"Cuando James Hamilton ha salido muchas veces a decir que el cardenal Errázuriz es un criminal no lo quiere insultar, lo que quiere es mostrar que él pudo haber parado todo esto y no lo hizo, pudo haber tomado medidas para que los niños chilenos fueran más seguros en las circunstancias que se conocen, y no lo hizo", añadió Hermosilla.

Para el abogado, la carta "es un reconocimiento a la versión y a la mirada que han puesto mis defendidos por todos estos años". "Lo que ha pasado es extraordinario (…) una de las cosas que le dijeron mis defendidos al Papa en Roma es que la Iglesia no debiera encubrir, la Iglesia debiera ser la líder, la que encabeza la defensa de los menores en todo el mundo. Está todo dado vuelta. Y a lo mejor este es un primer paso para encontrarnos con un liderazgo de la Iglesia que va en defensa de los más frágiles que son los menores y además a sancionar a castigar a aquellos que intencionadamente los han dañado en forma severa. Esto es sin precedente y extraordinario", finalizó.