El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, fue duro en materia de seguridad en un acto de su opción A Favor: “Mano dura con los delincuentes. Pero de verdad mano dura, donde los delincuentes tengan solo dos opciones: o la cárcel, o el cementerio. No hay más. O te rindes, o te mueres”.
Carter hizo un repaso del proceso constitucional comenzado, según señaló, en octubre de 2019: “Quemaron Chile, ardían las iglesias, saquearon supermercados; ‘el que no baila, no pasa’; los carabineros arrinconados en la Plaza Italia; el señor Boric encarando a los militares, tratándolos de asesinos; el país al borde del precipicio. Nuestras madres y abuelas diciendo que les recordaba a la Unidad Popular”.
Luego, recordó el primer proceso constitucional, que “nunca creí que esa era la solución, sino que iba por otro lado. Pero la mayor parte de los chilenos dijo que querían una primera Constitución”. Dicho proceso, a su juicio, tuvo como resumen un hecho “en Valparaíso, con un grupo de personas metiéndose la bandera por ...”. Y finalmente, con el plebiscito de salida de la Convención Constitucional y el triunfo del Rechazo, “ganamos”.
Después vino el momento del Consejo Constitucional que, según señaló Carter, “si hubiésemos sido como Stingo, no habrían escuchado a nadie”. Lo anterior, por aquellas críticas que apuntan que la última propuesta de Carta Magna habría incurrido en no escuchar a la ciudadanía.
Respecto al tema migrante, acotó estar agradecido de ellos, apuntando a que los médicos domiciliarios de la comuna son en su mayoría centroamericanos: “El que entra por la puerta, bienvenido; el que entra por la ventana, patada en la raja.. Y aquí no hay nada que ver con los derechos humanos, porque los primeros derechos humanos en Chile son de los chilenos. Chile, primero, para los chilenos. Y eso es simple, sentido común. Y todo esto se trata de que está en juego nuestra forma de vida”.
Hacia el final, disparó contra la actual administración de Gobierno y de la clase política: “Este Gobierno ha sido especialmente irresponsable y negligente, pero ha sido la clase política completa que durante 10 años se estuvo comprando el discurso de los derechos humanos equivocadamente. Porque nadie puede estar de acuerdo con que en Chile se haya torturado, ni que haya personas desaparecidas y que esas personas tienen derecho a tener unas respuestas, a que haya justicia respecto a ellos, por supuesto, quién les puede negar ese derecho. ¿Pero y los derechos de las víctimas? ¿Y los derechos de las policías cuando nos defienden a todos nosotros?”.