El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, afirmó que en el ataque que le dio muerte al trabajador mapuche Luis Segundo Catril de 66 años, en la foto, en Lumaco, tenía la intención de dar muerte a los ocupantes del bus donde se trasladaban los trabajadores forestales y que dejó un saldo de tres heridos en total. Además indicó que en el lugar se encontró munición de guerra.
“El ataque se realizó contra de este bus, de este vehículo, en que se desplazaban cerca de 25 trabajadores forestales, desde nuestro punto de vista, estaba destinado a dar muerte a quienes estaban en el interior”, afirmó Garrido.
Según aseguró el persecutor, el actuar del conductor de la máquina evitó que fueran más los trabajadores heridos durante la emboscada en la que se estima participaron tres sujetos, aunque el fiscal no descarta la participación de más personas.
Los primeros peritajes dan cuenta del uso de distintas armas de fuego durante el atentado. Entre ellos, Garrido afirmó que “se ha recabado munición calibre 12 milímetros (mm), calibre 9 (mm) y al menos dos proyectiles 7.62 mm (...) el calibre 7.62 está asociado a fusiles que es un armamento de guerra comúnmente”.
“Todo indica que a penas se empiezan a escuchar los primeros disparos es el conductor del bus quien rápidamente se dirige al campamento San Óscar donde se encontraba una facción de carabineros quienes prestan los primeros auxilios a los trabajadores”, detalló el fiscal de La Araucanía sobre lo que motivó la rápida atención de los heridos.
Respecto a las declaraciones de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) en las que descartan su participación en el ataque, el fiscal aseguró que aún no es posible determinar si no están vinculados. “Todas las declaraciones de los grupos que se adjudican un hecho violento o que en este caso lo niegan, la verdad es que son antecedentes que se considera, pero no estamos en condiciones de afirmar de que eso no es así. Hay otros atentados donde la CAM ha participado y se lo ha adjudicado donde han resultado trabajadores, también, heridos gravemente, de tal manera que es un antecedente, uno más que debemos considerar, pero no es suficiente para descartar la participación de personas que adhieren a ese grupo o a otra organización”, afirmó Garrido.
El fiscal , detalló que en lo que va del año se cuentan siete víctimas fatales por hechos de violencia, mientras que el año pasado murieron seis personas. “Esto supera con creces lo que ha ocurrido, incluso, 20 años antes. La cifra, evidentemente, es preocupante y demuestra el poder de fuego y la organización que tienen estas agrupaciones y nos convoca entonces a enfrentar este desafío del punto de vista investigativo”, indicó el acusador, quien detalló, además, que se ha amenazado a quienes persiguen estos delitos.