Este miércoles, el general Javier Iturriaga del Campo asumió como nuevo comandante en jefe del Ejército. El militar alcanzó mayor notoriedad tras cumplir el rol de jefe de la Defensa Nacional para la región Metropolitana durante el estallido social y su célebre frase “no estoy en guerra con nadie“, contradiciendo a Piñera que sí había dicho horas antes que "estaba en guerra".
El nombramiento se da tras la renuncia del general (R) Ricardo Martínez, inculpado en el caso fraude en el Ejército, particularmente en la arista viajes.
La ceremonia realizada en la Escuela Militar de Las Condes contó con la participación el Presidente Piñera y algunos de sus ministros, la futura titular de Defensa, Maya Fernández; y parlamentarios. Además de militares en representación de Argentina, Brasil y Estados Unidos.
“Con profunda emoción y ante la presencia de las más altas autoridades del país y de invitados especiales, así como frente a ustedes, soldados del Ejército de Chile, he recibido hace unos instantes de manos del Presidente de la República los símbolos que representan la autoridad y el mando y la enorme responsabilidad que el cargo exige”, afirmó el nuevo jefe del Ejército.
En su primer discurso, Iturriaga, adelantó que el Ejército entregará toda su colaboración en las investigaciones por fraude que enfrentan tanto funcionarios en servicio activo o como ya retirados.
"En las investigaciones judiciales en curso y que afectan a integrantes de la institución en servicio activo o en retiro, seguiremos prestando con la mayor diligencia y transparencia toda la información y colaboración que nos sea requerida. El Ejército tiene un irrestricto apego a la Constitución y las leyes que nos rigen", puntualizó el líder militar.
Además, señaló que "sabemos que el ejercicio de la noble profesión de las armas exige los más altos cánones de comportamiento individual, los que deben ser respetados y cumplidos desde el comandante en jefe hasta el último de los soldados".
De igual forma indicó que el proceso de modernización que está llevando adelante el Ejército considera “un desarrollo equilibrado y armónico en las diferentes áreas, con un necesario sentido de realismo y acorde a la situación que vive nuestro país”.