La decisión, que es de caracter inapelable, religiosamente, que habría sido adoptada hace unos días por Roma, recién se vino a conocer ahora, coincidente con la visita de Sebastián Piñera al Vaticano.

La Congregación para la Doctrina de la Fe ya notificó a los involucrados, según dio a conocerse mediante un escueto comunicado.

Hoy, el Vaticano anunció que el Papa Francisco decidió remover el estado clerical al arzobispo emérito de La Serena, Francisco José Cox, miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt, quien se encuentra enfrentando denuncias de abuso sexual a menores, muchas de ellas que datan de los 90 y que eran conocidas de la iglesia.

Igualmente se tomó la misma medida,  sacar el sacerdocio, a Marco Antonio Órdenes, obispo emérito de Iquique. Esto se suma a la expulsión de Cristián Precht y Fernando Karadima, en los últimos días.

De acuerdo al comunicado difundido esta mañana, en ambos casos se ha aplicado el artículo 21 § 2, 2° del motu proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, como consecuencia de actos manifiestos de abusos a menores. La decisión fue adoptada por Francisco el pasado jueves 11 de octubre de 2018, y no admite recurso.

La Congregación para la Doctrina de la Fe ya notificó a los involucrados a través de sus respectivos superiores, en sus respectivas residencias.

Lo increíble, es que Cox continuará formando parte del Instituto de los Padres de Schoenstatt, a pesar de que esa congregación reconoció un supuesto error al haberlo encubrido.

A comienzos de octubre, fuentes de la Iglesia habían indicado que la situación de Cox se estaba evaluando en el Vaticano. Esto luego de que el 19 de junio pasado la fiscalía de La Serena recibiera la denuncia de Hernán Godoy (46) en contra del religioso que actualmente reside en en Vallendar, Alemania.

Francisco José Cox (84) fue obispo de Chillán (1975-1981), secretario del Pontificio Consejo para la Familia en Roma, arzobispo de La Serena (1990-1997), secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de la Visita de Juan Pablo II y funcionario del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), hasta que en 2002 se retiró a un convento en Alemania.