Según un reportaje de CHV Noticias, entre 2016 y febrero de 2019, la policía uniformada ha extraviado 74 armas de fuego fiscales. De ellas, a 54 se les ha perdido el rastro en cuarteles o comisarías.

Destaca el poder de fuego de los elementos perdidos, ya que 34 de las armas son pistolas 9mm, otras 34 son revólveres, 2 son escopetas y 4 son subametralladoras. A estas armas se suman las 185 mil municiones que están perdidas, según constató Contraloría tras realizar una inspección a dos recintos policiales.

Desde el OS11 de Carabineros, que se dedica a la fiscalización de las armas entregadas al personal activo, atribuyeron esta pérdida a errores humanos. “Cuando se genera una pérdida, hay una responsabilidad de alguien que no hizo bien el trabajo”, aseguraron al noticiario.

De todos modos surgen dudas sobre el destino del armamento perdido, ya que hay casos como el de la muerte del cabo Oscar Galindo en 2018, quien recibió disparos de una subametralladora UZI que estaba registrada en la Escuela de Formación de Carabineros.

“Hoy sabemos que el narcotráfico está comprando armamento, especialmente el de más poder de fuego. Esa es una situación tremendamente preocupante”, afirmó Guillermo Benítez, ex coronel de Carabineros y experto en seguridad.

Una importante cantidad de armamento de guerra y municiones se han perdido en Carabineros en sus propios cuarteles durante los últimos años.