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Cierran por razones económicas dos locales emblemáticos en Valparaíso y Santiago: Bar La Playa de 113 años y restaurant Les Assassins del barrio Lastarria de 55 años

Uno de los emblemáticos recintos de Valparaíso dejará de funcionar en los próximos días, ya que el bar "La Playa" ubicado en calle Serrano, en pleno corazón del Barrio Puerto, anunció su cierre tras una aguda crisis económica.

De esta forma, los dueños del local cerraron la cortina a 113 años de historia, siguiendo el camino que han asumido locales como el Bar Cinzano, que se encontraba a un costado de la plaza Aníbal Pinto, del restaurant Hamburg, en el sector de la intendencia o de La Piedra Feliz, en calle Cochrane.

"Informamos a nuestra distinguida clientela que estamos próximos a cerrar, desde 1908 encantando a los porteños. Nos importa por eso queremos agradecer su preferencia y todos estos bellos años compartidos junto a ustedes, tristes pero en permanente cambio", anunciaron en su cuenta de Facebook.

Cabe recordar que durante el mes de febrero y través del mismo Facebook la administración confirmaba el mal momento económico, explicando que debieron verse obligados a pagar el arriendo del recinto entre marzo y noviembre de 2020, fechas en que no estuvieron funcionando por la pandemia.

Un ícono del barrio Lastarria

“Después de 55 años de popular historial y de mucho prestigio, tanto en el extranjero como en Chile, voy a tener que vender mi derecho de llaves por edad, pandemia y soledad, incluyendo el éxodo de mis queridos hijos que trabajaban conmigo”. Así partía la carta que envió Juan Carlos Cheyre, dueño del conocido restaurante Les Assassins, para anunciar el cierre y venta del negocio a través del diario El Mercurio.

El local, ubicado en el Barrio Lastarria, se especializaba en gastronomía francesa y es uno de los restaurantes mejor evaluados de la región Metropolitana en la plataforma TripAdvidsor.

Una de las razones de su cierre es la edad de su dueño, quién seguía manteniendo el restaurant abierto con gran dificultad. “Es increíble. Sigo en el mismo lugar, calle Merced con Lastarria, trabajando al pie del cañón y con una fiel clientela. En el intertanto, continúo cumpliendo años con una velocidad increíble. Los vecinos no dan crédito a sus ojos al verme llegar en moto al restaurante con bolsas con mercadería, todo a los 77 años”, continúa el escrito.