Por Mario López M.
Piñera como cualquier chileno pueden hacer con su dinero lo que quieran. Sin dudas. Pero Piñera no es un ciudadano cualquiera, es el Primer Mandatario, guste o no, pero también es aquel que, por figurar, por ostentar, es capaz de hacer de un acto artístico un hecho político que deja al descubierto las tremendas desigualdades que existen en el país.
En medio de un evento político en La Moneda, autocomplaciente, regaló entradas a sus 24 ministros para asistir a un concierto musical. Entradas entregadas por el Ministerio del Deporte, pues ese evento se efectuará en el principal recinto deportivo del país.
Cada entrada que originalmente había sado del erario nacional para relagarla a sus ministros y acompañantes, cuesta más de 304 mil pesos. En total, se trataba de defraudar en varios millones de pesos.
Luego de percatarse de sus alcances y costos políticos, se cambió el discurso y se dijo que lo financiaría Piñera de su bosillo. "El jefe invita, el jefe paga" dijo Cecilia Pérez para tratar de arreglar el entuerto.
Fundación SOL
En paralelo, un informe de la Fundación SOL a ener de 2019, da cuenta que "La mitad de las personas que jubilaron por vejez en el mes de enero de 2019, redcibió un monto inferior a $47.380 como pensión autofinanciada. Para la mujeres el desastre fue peor, pues la mitad de las 6.589 nuevas jubiladas recibió menos de $24.793".
En otras palabras, solo una entrada cuesta 304 mil pesos, de tal manera que con una entrada, se financian 12,26 pensiones. Piñera regaló 24, una a cada ministro, que no van solos y que deben movilizar equipos de seguridad... muchos millones de pesos.
Este es el Chile que tenemos, este es el Chile que no queremos...